La Asociación Galega de Técnicos de Emerxencias Sanitarias, Asgate, alerta de los numerosos impedimentos que se encuentran ambulancias y otros vehículos de emergencias para acceder a muchos núcleos rurales, como es el caso de Vilar, en Pontesampaio, denunciado recientemente por una familia a través de FARO. El vicepresidente de la agrupación, José Iglesias, indicó a raíz de esta denuncia que los técnicos de emergencias se han encontrado con la imposiblidad de llegar con los vehículos a muchas aldeas en las que hay alguna persona que necesita asistencia sanitaria urgente, debido a las malas condiciones de los caminos.

Así señala que al igual que la situación denunciada por la familia Puga en Pontesampaio -donde los técnicos sanitarios tuvieron que trasladar al raso a una anciana que sufría neumonía, bajo la lluvia y tapada con mantas, plásticos y paraguas- el problema se ha repetido en más puntos de Pontevedra y comarca.

Fue el caso de otra asistencia realizada recientemente en la parroquia de Mourente, donde hubo que trasladar a un hombre mayor igualmente a la intemperie, por una pista por la que no podía pasar la ambulancia.

Explican que muchas de estas carreteras rurales tienen el ancho justo para que pase un turismo, pero no una ambulancia ni un furgón, como son los modernos vehículos de emergencias.

Por eso la Asociación Galega de Técnicos de Emerxencias Sanitarias insta a las administraciones públicas a ampliar los viales que dan accesos a estos pequeños núcleos rurales, porque en muchas situaciones la llegada de un vehículo de emergencias puede ser vital para una persona.

En estas aldeas viven además muchas personas mayores y que sufren patologías para las que la rapidez en la asistencia y las condiciones del traslado son decisivas a la hora de socorrerlas, como explica José Iglesias.

Pontesampaio

En el caso del núcleo de Vilar, en Pontesampaio, la familia Puga denunció las dificultades con las que topan para desplazar a la matriarca de la familia, de 82 años de edad y con una movilidad muy reducida, que en ocasiones tiene que trasladarse al hospital de Montecelo.

Familiares y técnicos sanitarios tienen que realiza este traslado a la intemperie por un camino de unos 200 metros, porque la ambulancia no puede pasar por un vial que es la antigua carretera entre Vilar y A Canicouva.

En invierno, la lluvia y el barro que se forman en este vial hacen todavía más penoso el traslado al raso de la anciana, a lo largo de la pista que comunica este núcleo con la carretera general.