Los vecinos de Aios no están dispuestos a perder su escuela unitaria. La campaña que han lanzado en las redes sociales en busca de un niño que se matricule para el próximo curso y mantener el ratio estipulado por Educación, de 6 escolares, está teniendo una excelente repercusión.

No será hasta marzo, fecha en la que comenzará la reserva de plazas, cuando se sepa si alguna familia opta por esta escuela unitaria. Pero en Aios no hay ninguna duda de que la escuela se mantendrá abierta.

Y es que el centro educativo tivo un marcado caracter emocional para los vecinos de este lugar de Noalla. Fueron los abuelos de algunos de los actuales alumnos los que levantaron con sus propias manos, y sus recursos económicos, el inmueble en el que este curso se forman 8 menores de 6 años.

Ana Jabois, madre de uno de esos alumnos e hija de uno de los fundadores de la escuela, recuerda que ella misma formó parte de la generación que inauguró este centro, en el curso 1979-1980.

Las dificultades de transporte de aquel entonces hizo que los vecinos de Aios apostasen por una escuela propia que garantizase a los más pequeños del lugar recibir clase en la misma zona en la que residían.

"Recuerdo que durante los primeros años, después de ceder el edificio a la administración para escuela, eran las propias madres de los alumnos las que se encargaban, por turnos, de hacer la limpieza". Ana Jabois explica así el arraigo que los vecinos tienen con esta escuela unitaria, la única que existe en el Concello de Sanxenxo y una de las cinco que mantienen sus puertas abiertas en toda la comarca de Pontevedra.

"La levantaron los vecinos, la cuidaron nuestras madres, más de una generación nos formamos en esta escuela y queremos que nuestros hijos sigan estudiando en Aios", apunta Ana Jabois, que cuenta en esta batalla con el apoyo de muchos padres cuyos hijos están ya en Primaria.

Y ese arraigo con Aios se mantiene. Marta Muñiz, la única profesora de la escuela, imprime a sus clases ese elemento diferenciador. "Al tener pocos niños podemos hacer muchas actividades y entre ellas está el conocimiento del entorno. Organizamos muchas excursiones, incluso a la playa, porque me gusta que los niños conozcan bien el lugar en el que viven". Para ello Marta Muñiz no está sola. Cuenta con la total implicación de las familias. "Alguna de nuestras salidas es a hacer gallegas a la casa de alguna madre que se presta", explica Marta Muñiz.