Cuatro empresas han presentado sus ofertas ante el Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS) para optar al contrato de unos 200.000 euros destinado a rehabilitar y acondicionar para su uso el edificio número 44 de la calle Alemania en Monte Porreiro, que hace una década, en 2008, se convirtió en el foco de una gran polémica en el barrio ya que fue utilizado para el realojo de una familia chabolista de O Vao.

Ahora, diez años después, el inmueble presenta un notable deterioro y la Xunta quiere recuperarlo para disponer de tres viviendas de promoción pública y un bajo comercial. Con un presupuesto que ronda los 200.000 euros, se actuará en todo el edificio, compuesto por un bajo comercial, tres plantas residenciales y un piso sobrecubierta para los trasteros, todo ello vacío y en un estado de conservación deficiente.

Según la documentación técnica, la obra incluye "una intervención en la envolvente de la edificación, para mejorar el aislamiento térmico", la instalación de ventanas, la "intervención en las fachadas, cubierta, las carpinterías, los forjados en contacto con locales no calefactados y la instalación de una caldera para el sistema de calefacción".

También se mejorará "los interiores de las viviendas, trasteros y local, que actualmente se encuentran sin uso", en suelos, baños y accesos, entre otros.

El IGVS prevé adjudicar las obras el próximo mes de febrero, según apuntó hace unos días la conselleira de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda, Ángeles Vázquez, en una visita al barrio. Los trabajos se prolongarán alrededor de cinco meses, por lo que se estima que después del próximo verano estarían disponibles las viviendas.

Estos tres pisos sociales se pondrán a disposición de los demandantes que forman parte de los listados surgidos del último sorteo realizado por la Xunta. Son 90 familias aspirantes para hacerse a lo largo de este año con algún piso de promoción pública que quede vacío. De lo noventa seleccionados, treinta corresponden a familias de cinco o más miembros -para inmuebles de cuatro habitaciones- otros treinta aguardan por un piso de tres cuartos, y los treinta últimos están elegidos para una vivienda de una o dos habitaciones.

En todos los casos las posibles viviendas a las que pueden optar estas personas se localizan en Monte Porreiro o Valdecorvos, únicos puntos donde existen pisos promovidos y adjudicados directamente por la Xunta.

Pontevedra es uno de los municipios gallegos con más demanda de pisos sociales. Cuando se realizó el sorteo, en octubre pasado, eran 750 las familias inscritas en el Rexistro de Demandantes de la Xunta, una relación que desde entonces aumentó hasta las 808 de esta misma semana. Las adjudicaciones, en compra o en alquiler, se realizarán a medida que quedan libres los pisos, por desahucios, abandono, impagos o cualquier otra razón.

En el caso del edificio de Alemania 44, se trata sobre todo de instalar aislamiento térmico y de una rehabilitación integral, opción por la que apuesta la Xunta cuando sea posible, en lugar de ejecutar nuevos edificios. Pontevedra dispone actualmente de cerca de 500 viviendas en régimen de promoción pública, bien sean adjudicadas en régimen de alquiler o por medio de compra-venta.