El proyecto de Atención Integral a Personas sin Hogar se ocupó de 184 hombres y mujeres (159 frente a 25) el año pasado. Fueron 300 atenciones con una media de 8 personas diarias. En ellas se realizaron 137 entregas de kits de higiene, ropa de abrigo, medicación o pago de documentación, entre otros. También se organizan talleres para ellos.

La mayoría de las personas que atienden estos voluntarios, y el resto que colaboran en el programa, son hombres de edades comprendidas entre los 45 y los 55 años. "En realidad, son personas que no tienen dependencias ni de alcohol ni de drogas, solo son gente a las que el sistema ha abandonado y que no se valen por sí mismos", resumen.

En muchos de los casos, se trata de enfermedades mentales que les impiden, sin ayuda de profesionales, llevar una vida normal.