De nuevo la colaboración vecinal ha sido clave para sacar a la luz un caso de violencia de género en Pontevedra. Ocurrió en la noche del pasado martes al miércoles y terminó con un varón de 55 años de edad detenido por agredir a su mujer.

Fue la llamada de un vecino la que alertó a la Policía Local de que algo estaba sucediendo en un domicilio de la ciudad. Escuchaba ruidos de una fuerte discusión y de objetos rompiéndose, así como golpes, por lo que decidió avisar a los agentes municipales.

Cuando estos se personaron en el lugar el vecino les indicó el lugar del que venían los ruidos, y en ese momento no se escuchaban ya destrozos, pero sí lo que parecía el llanto de una mujer. Los agentes llamaron a la puerta y abrió la persona que posteriormente acabó detenida por estos hechos. Este hombre reconoció a los agentes que momentos antes había tenido una discusión con su pareja y que en el transcurso de la misma había sido ella la que había roto diversos enseres y mobiliario de la casa.

Los agentes pudieron observar de hecho como en el domicilio había objetos rotos y mobiliario descolocado y le preguntaron al varón si no le importaba que hablasen con la mujer, a la que todavía escuchaban llorar.

Cuando los agentes se entrevistaron con ella les relató que efectivamente había habido una discusión con su pareja pero que había sido él quien había roto y golpeado los enseres de la vivienda. También manifestó que la agredió, tirándole del pelo y arrastrándola por toda la vivienda.

Además, esta mujer manifestó a los policías locales que no era la primera vez que sucedía y que era su intención denunciar los hechos. La mujer presentaba un estado de ansiedad evidente y fue trasladada al centro de salud de A Parda para que recibiese asistencia médica.

Ante este relato de los hechos, la Policía Local procedió a la detención de este hombre como autor de un delito de violencia de género contra su pareja, de 43 años de edad.

Desde la Policía Local vuelven a poner de manifiesto la importancia de la colaboración ciudadana para combatir la violencia de género y alertar de posibles situaciones de maltrato que puedan ser detectadas. Y es que en este caso, por ejemplo, fue la alerta dada por los vecinos la que permitió auxiliar a esta mujer que luego sí manifestó, ya con la presencia de los agentes en el domicilio, su deseo de presentar denuncia contra su presunto agresor.