José Carlos Rodríguez nació en Monforte pero el amor le hizo trasladarse a Pontevedra, donde hace ya varias décadas que se ha establecido. Un accidente laboral le incapacitó para continuar trabajando como mecánico y le obligó a orientarse hacia otro sector. Buscó un ciclo acorde a sus condiciones. "Busquei algo que non requerise un esforzo físico porque non podo facelo nin que me obligase a estar moito tempo nunha oficina, porque eu preciso actividade". La Farmacia no fue para él algo vocacional, sino el ciclo medio que más se adaptaba a sus capacidades. Y para él nada resultó fácil.
"Eu levaba 20 anos sen coller un libro nas mans. Nin de texto nin de lectura, porque recoñezo que ainda que algo leo, non é cousa que me apaixoe".
Bromea al asegurar que no logra los mismos resultado académicos que el resto de sus compañeros de más edad. "Non me vai tan ben como a eles pero aprobeinas todas. Estoulle adicando moito tempo a esto e non pode ser de balde". Y es que su mujer trabaja y tiene un niño de 5 años, que también requiere su atención. "Ao igual que o resto teño que compatibilizar o estudo coa atención á miña familia".
El quinto estudiante "mayor" cuenta 35 años y prefiere no facilitar su identidad. Ya fue alumno del IES Montecelo, en el año 98, haciendo un Programa de Garantía Social de Hostelería que no concluyó. "Aprobé la parte práctica pero no las teóricas y no saqué el curso". Reconoce que entonces no tenía la madurez suficiente para entender la importancia de la formación y fue rotando de trabajo en trabajo cuando abundaba y era fácil para una persona joven y enérgica hacerse un hueco en cualquier plantilla. "Con la crisis ya no encontraba nada y si me ofrecían algo era por poco dinero a cambio de muchas horas. Así que me planteé volver a estudiar. En un año me saqué la ESO. Me resultó tan fácil que empecé Farmacia. Y aquí estoy, dispuesto a darle un giro a mi vida".
