Un poco más tarde de lo previsto, al filo de la una de la tarde, un tramo de la calle Benito Corbal que todavía se encuentra sin peatonalizar se cerró al tráfico rodado. Se trata del que discurre entre Sagasta y Blanco Porto, en el que se van a realizar la primera fase de de las obras de reforma de la "Milla de oro" pontevedresa.

El corte de tráfico afecta al tráfico en muchas de las calles del entorno, además de la propia Benito Corbal en donde en el tramo en obras se prohíbe el tráfico salvo para accesos a garajes, servicios o emergencias. El tráfico procedente desde Loureiro Crespo y Cobián Areal estaba siendo desviado por el último tramo (todavía abierto) de Benito Corbal a través de las calles Blanco Porto y Cruz Gallástegui hacia Sagasta, cuyo último tramo cambia de sentido y conecta con la plaza de Barcelos a través de un paso que se deja abierto en Benito Corbal.

La primera hora de corte de tráfico estaba discurriendo con pequeñas retenciones en el tramo abierto de Benito Corbal y Cobián Areal, más que nada por el tráfico lento provocado por los conductores que se estaban amoldando al plan de tráfico alternativo diseñado por la Policía Local, que contaba con la presencia de una patrulla en la zona para informar de los cambios de tráfico. Cabe recordar que la calle Lepanto también queda cerrada al tráfico salvo para servicios y residentes, y que Javier Puig cambia de sentido siendo de subida hacia Blanco Porto mientras dure esta fase de la obra. José Millán también se convierte en vía de salida hacia Santa Antoniño para dar salida al tráfico de Cobián Areal, que es precisamente en donde se producían las retenciones.