Los datos históricos del Instituto Geográfico Nacional permiten también confirmar que, a pesar de no ser una zona en la que históricamente se produzcan grandes terremotos, sí que ha habido más de un susto a lo largo de la historia. Así, por ejemplo, constan movimientos sísmicos de cierta importancia y que han dejado incluso daños en 1849, 1873 y 1920. Este último se recoge ampliamente en las páginas de FARO, al sentirse el terremoto de en casi toda la provincia de Pontevedra.

El relato que hace el decano de aquel temblor lo describe como "uno de los más fuertes que recordamos" y en Vigo causó "escenas de pánico" y grietas en los edificios.

Ocurrió el 26 noviembre de 1920 sobre las once y media de la mañana. En Pontevedra se señala que el temblor fue "muy intenso" y que "duró tres o cuatro segundos y produjo bastante pánico". Añade el FARO que "los empleados de algunas oficinas abandonaron los edificios, saliendo precipitadamente" y que incluso "en la Escuela Normal de Maestras de la capital "instalada en un edificio antiguo, cuatro alumnas llegaron a arrojarse desde los balcones del primer piso a la calle, sufriendo contusiones". Los niños salieron de las escuelas "en tropel y dando gritos" y "en las paredes exteriores de varias casas se abrieron grietas de tres y cuatro metros de extensión".

Cuntis y Marín

Aquella crónica recoge daños en once localidades de la provincia, entre ellas Cuntis, en donde se agrietó la pared norte de la casa consistorial y de la casa de Correos. En Marín, se dice que fueron diez minutos de temblor en los que "la gente huía de las casas, en algunas de las cuales se notó la aparición de grietas que antes no tenían".

"Pánico terrible"

También señala que se dejó sentir con intensidad en Pontesampaio, en donde durante diez segundos "la trepidación de las casas fue tan notable que muchos vecinos salieron a la calle poseídos de un pánico terrible".