La situación de los perros en Poio está siendo uno de los quebraderos de cabeza en el municipio. Desde la Policía Local la semana pasada hacía un llamamiento a que los propietarios de estos animales a una "mayor sensibilización" en el cuidado de los cánidos, especialmente los de raza peligrosa y piden una mayor responsabilidad, especialmente ante el alto número de abandonos ya que en todo 2018 los agentes municipales han tenido que recoger a cerca de 200 perros extraviados. Además, han tenido que tramitar 51 denuncias sobre cánidos en doce meses.

El jefe de la Policía Local, Antonio Duarte, hacía balance del 2018 en el que destacaba el alto número de abandono de perros y alertaba también de que la tendencia preocupante comienza a extenderse al de gatos. "El número de perros abandonados es muy alto, y el de gatos es algo que empieza a haber cada vez más", señalaba Duarte, que señalaba el alto coste que supone para el Concello ya que los animales recogidos tienen que ser llevados al veterinario.

En todo el 2018, la Policía Local ha tramitado a la Xunta 51 denuncias sobre perros. Entre ellas destacan tres de ataques a personas, destacando que en todas ellas se produjeron heridas leves en las que los heridos tuvieron que se ser tratados en el centro médico.

Los agentes también tramitaron seis denuncias relacionadas con perros de raza peligrosa en casos en los que le faltaba seguro, licencia o por no estar dado de alta en el Regiac, el registro de la consellería de Medio Ambiente de animales de compañía. Inscribir a estos animales es obligación de los propietarios, pero todavía son muchos los que aún están al margen de la ley. Tanto la no identificación del animal como el no contar con el seguro de responsabilidad civil son infracciones que la normativa vigente considera de "carácter grave" y que se penan con multas económicas que oscilan desde los 500 a los 5.000 euros. Además, el Concello tiene su propia base de datos y los agentes locales obligan a los dueños a poner chip en el caso de perros recogidos en la calle antes de proceder a su entrega.

También se registraron otras seis denuncias de ataques de perros a otros perros, con el balance de uno de estos animales fallecidos.

De los 200 perros recogidos, la Policía Local identifica y realiza un primer requerimiento al dueño, apercibiéndolo únicamente, pero puede haber situaciones en a que estos animales, por estar sueltos puedan provocar un accidente o una mordedura. Es en estas situaciones con perros abandonados con agravantes en la que la Policía Local realizar una denuncia. En el caso de Poio, en el 2018 realizó 32 requerimientos de este tipo.

"Reincidentes" y excrementos

Entre ellas destacan varios casos de perros "reincidentes", con hasta cuatro multas en un mismo año. En ese sentido, los agentes ya tienen "fichado" a un labrador que se escapa y persigue, mansamente, a peregrinos, cruzando de Campañó hasta el Mosteiro de San Xoan y que en más de una ocasión generó peligro para los vehículos que circulaban por la VG-4.8 Otro de los recurrentes es un "dálmata" que muchas veces anda suelto por Andurique, en el entorno de la PO-308.

Pero los agentes municipales también han registrado denuncias por falta de cuidados a perros. Ese ha sido el caso de 4 procedimientos en los que los propietarios no tenían a los animales en un espacio limpio, o estaban permanentemente atados con cadenas o por contar con parásitos.

Sobre otra de las responsabilidades de los propietarios con sus mascotas, se registraron un total de 6 denuncias por no recoger los excrementos de los perros. "Tenemos quejas de vecinos, pero este tipo de denuncias son complicadas de comprobar, en el caso de estas seis, son de casos constatados por agentes in situ", explica Duarte. El jefe de policía identifica lugares problemáticos en cuanto a propietarios de perros donde no recogen los excrementos de sus animales en Andurique, el parque Ancar y calle Valiña, en la parroquia de San Salvador, y calle Maceira, en Combarro.

Otras dos de las denuncias en 2018 en Poio relacionadas con estos animales es la venta de perros. Duarte recordaba que la comercialización entre particulares de animales es ilegal y supone una infracción y pueden suponer sanciones que van hasta los 5.000 euros, que se podrían sumar a otras acciones administrativas e incluso judiciales por el desarrollo de actividades económicas sin cumplir con los requisitos legales, como la falta de declaración fiscal de ingresos o la no alta en los preceptivos registros tributarios.

El propio Duarte destaca tanto el trabajo que realiza el funcionario municipal encargado recoger a los perros abandonados como de Amigos da Canceira de Poio, donde al cabo de dos días de ser recogidos acaban estos animales en el caso de que no dar con el dueño. Es la propia Canceira quien entonces gestiona las devoluciones y leva a las mascotas al veterinario.

Incidentes

Han sido múltiples los incidentes registrados a lo largo del año. Entre ellos destacan la muerte de doce gallinas en la calle Padre Avelino por parte de dos perros de raza peligrosa, el de otros dos perros que mataron diez gallinas en la calle Banda do Río, o también caso de otros dos perros que escaparon por la ventana de la casa de su propietario para introducirse en el interior del vecino provocando daños a unos loros. Además, la Policía también atendió casos de molestias por ruidos provocados por perros, entre ellos en Campelo y Combarro.