Ya ha habido casos similares a éste en la Audiencia Provincial de Pontevedra en los que los acusados de homicidio o asesinato acaban siendo absueltos tras pasar un tiempo en prisión preventiva y que, tras la decisión judicial, reclaman una indemnización pero su pretensión es rechazada.

Fue el caso del francés Yohan Piedagniel, quien estuvo acusado del doble asesinato de los primos Feijóo en Cambados, en el conocido como crimen del molino de Castrelo, en donde sus cuerpos aparecieron calcinados. Piedagniel permaneció dos años y 10 meses en prisión provisional hasta que al término del juicio celebrado en la Audiencia de Pontevedra el fiscal retiró los cargos en su contra por falta de pruebas, lo que derivó también en una sentencia absolutoria. Solicitaba una indemnización de 1,7 millones de euros al Estado, que también le fue denegada. Uno de los argumentos de la Audiencia fue el mismo que el utilizado en el caso del crimen de las chinas, el doble homicidio existió.

Otro caso similar en la Audiencia de Pontevedra fue el del conocido como crimen del Umia o crimen del embalse, lugar en donde apareció el cuerpo de Enrique Monteagudo tras ser asesinado a golpes. Por aquel crimen fue condenado únicamente uno de los cuatro jóvenes que se sentaron en el banquillo de los acusados, resultando absuelto los otros tres por seis votos del jurado contra tres.

Uno de los tres jóvenes que resultaron absueltos y que permaneció 770 días en prisión preventiva, solicitó también esta indemnización, en este caso de 282.000 euros, por los días que pasó en prisión. También fue rechazada esta petición y con los mismos argumentos que en los dos casos anteiriores: "la razón de la absolución no fue la inexistencia del hecho delictivo imputado, que sí existió, sino la insuficiencia de las pruebas de cargo" para condenarlo.