La Navidad concluirá en la ciudad el domingo 13 de enero. El Concello ha decidido atender la petición mayoritaria de comerciantes y hosteleros para prolongar una semana más el alumbrado navideño que se ha convertido en un extraordinario gancho para la atracción de decenas de miles de visitantes y cuya presencia se ha dejado notar especialmente en la caja de los negocios locales.

Del mismo modo que el encendido constituye ya en un acto simbólico, ahora el alcalde Abel Caballero pretende que el apagado del alumbrado navideño también tenga esa connotación especial. Por ello, el adiós se transformará en una gran fiesta que estará amenizada por el grupo Broken Peach. El concierto se celebrará a partir de las ocho y media de la tarde en la Porta do Sol.

El regidor está convencido de que los vigueses también comparten la idea de que la desconexión de las luces que adornan trescientas calles de la ciudad sea un momento singular. "Hemos vivido dos meses extraordinarios, inimaginables, a pesar de la oposición cerril y totalmente interesada de unos pocos, a los que nadie les ha hecho caso. Esos agoreros, con el PP y el señor Feijóo a la cabeza, están muditos desde hace semanas. Porque la ciudad los ha callado. Pero ahora buscamos que ese hasta luego sea también un momento de alegría y festejo", asegura.

Caballero también adelanta que el próximo año las luces se volverán a encender en el tercer fin de semana de noviembre y se apagarán en el segundo de enero. "Queremos institucionalizar este calendario para que todo el mundo lo tenga claro desde ya. Y también queremos que los vigueses y todos los visitantes sepan que en la próxima Navidad habrá más y será todavía mejor", afirma.

Aunque asegura que todavía quedan "dos semanas de fiesta", el alcalde no duda en calificar el alumbrado navideño de "éxito colectivo increíble, un logro de toda la ciudad, a la que debemos felicitar de corazón. Gracias a las luces, Vigo se ha situado en las rutas turísticas de toda España e incluso internacionales. Hemos conseguido que también en el periodo navideño, y no solo en verano, Vigo sea un punto clave para visitar. El alumbrado le ha dado a nuestro comercio, hostelería, restauración y otros negocios un impulso fantástico. Nos ha aportado también una imagen de marca formidable y nos ha proyectado al exterior de una forma que pocos se imaginaban. Ha sido una inversión pírrica en contraposición con el beneficio logrado".

A quienes plantean que el tiempo de iluminación ha sido excesivo, el regidor les replica: "Que pregunten a la gente de la calle, a esos miles de personas que nos siguen visitando cada día y ya no digamos el fin de semana; y sobre todo que le pregunten a los hosteleros, comerciantes y dueños de negocio de la ciudad. Que les pregunten a todos ellos, a ver qué opinan. Ya lo era, pero con el alumbrado Vigo se ha convertido en una extraordinaria anfitriona, una ciudad amable que recibe con los brazos abiertos a sus visitantes, que generamos una alegría que contagiamos a todos. Y así seguirá siendo".