Alba, la joven de Pontevedra que no puede convertirse en guardia civil por ser celíaca

Para el letrado de la joven, Manuel Novás Caamaño, la respuesta de Defensa es "impresentable" y supone una "discriminación real" que viola incluso el artículo 14 de la Constitución, que según ha recordado recoge que todos los españoles "son iguales ante la ley".

El Ministerio de Defensa alega en su resolución que la joven no impugnó "en ningún momento" las bases de la convocatoria y que su exclusión está fundamentada en el cuadro médico que rige este tipo de procesos selectivos. Novás ha asegurado que no recurrió estas bases porque no recogían la celiaquía como causa de exclusión, igual que tampoco lo hacen las órdenes de 2007 y 2009, publicadas en el Boletín Oficial del Estado, que regulan estas incompatibilidades.

Celiaquía

Su abogado mostró ayer las dos órdenes, de 2007 y de 2009, que regulan el acceso a las fuerzas de seguridad e indicó que en ninguna de ellas aparece referencia alguna a la celiaquía, una enfermedad que en el caso de Alba García le fue detectada a los 4 años y para la que no necesita medicación alguna. La joven aportó dos partes médicos que refieren su óptimo estado de salud que, según su abogado, no fueron tenidos en cuenta por el tribunal que dictó la resolución.

La joven, que se considera discriminada y víctima de una injusticia, continuará su lucha para que le permite ingresar en la Guardia Civil con la presentación de un recurso contencioso administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, además de poner el caso en conocimiento de todos los grupos parlamentarios.

Y es que Manuel Novás asegura que esta discriminación por celiaquía contradice lo anunciado por el Gobierno estatal el pasado 30 de noviembre, fecha en la que dijo que la "celiaquía no sería causa de exclusión".

Según relató el abogado de Alba García, a los alumnos de las escuelas de formación de la Guardia Civil de Valdemoro, Baeza y Aranjuez "se les facilita un menú sin gluten", lo que prueba que "hay celíacos dentro a los que la enfermedad no les impide desarrollar su actividad en los cuerpos de seguridad".

Hay precedentes

Manuel Novás reconoció que el de Alba García no es el primer caso de exclusión por celiaquía entre aspirantes a cuerpos de seguridad, pero advirtió que "en todos los casos los tribunales tumbaron esa interpretación de la norma".

Ser guardia civil, como su padre, es el sueño de Alba García, que ayer explicaba, arropada por su madre, que su exclusión fue "la decepción de mi vida". Con solo 17 años se presentó a las pruebas para acceder a la escala de oficiales de la Guardia Civil. Superó con nota todos los exámenes físicos, psicotécnicos y de idiomas. Se veía dentro pero en el último momento le dijeron que no. "Por su honestidad, porque fue ella quien informó al Tribunal de su celiaquía. Si se hubiese callado hoy estaría haciendo el curso", explica su abogado.

Recordó que ser celíaca no ha limitado nunca su vida, ya que la joven, natural de Poio, compite a alto nivel en la gimnasia rítmica desde que era muy pequeña y acumula medallas logradas en diferentes campeonatos; unos logros deportivos conseguidos tras muchas horas de entrenamiento y esfuerzo.

Manuel Novás insistía en la evidencia de que el hecho de ser celíaco "no representa un límite o una dificultad", no solo en cualquier profesión sino también en las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. "Existen dietas para personas musulmanas o con otro tipo de alergias alimenticias, para los que se prepara un menú especial, inclusive la elaboración de un kit especial de supervivencia, y en la Guardia Civil no se le permite ni entrar. A ello ha sumado la "paradoja" de que a los agentes del instituto armado cuya celiaquía se detecta una vez dentro del cuerpo "se les permite ejercer sin ningún impedimento", al entender que pueden desempeñar de manera óptima las funciones de tienen asignadas.