Tras cuatro años como vicepresidente de la Diputación Provincial de Pontevedra, César Mosquera ha “reforzado” su convencimiento de que es necesario suprimir esta institución. “Non hai ninguna razón para que existan en Galiza”, afirmó el nacionalista, quien recuerda que sus ciudadanos mantienen a cinco administraciones públicas: Europa, Estado, Comunidad Autónoma, Diputación Provincial y Concello cuando, como ejemplo, en el vecino Portugal, con una estructura social similar, solo hay tres.

Por otra parte, al margen de que César Mosquera celebra la gestión realizada en estos últimos cuatro años por el gobierno bipartito PSOE-BNG, con Carmela Silva al frente --“unha gran presidenta”, subrayó--, esta institución supone un “fraude democrático”, en la que los partidos políticos designan a sus representantes y no los ciudadanos.

“Igual que antes os elexían os gobernadores civís a dedo, agora son os partidos, pero é o mesmo sistema”, recordó Mosquera. Un método de elección de representantes públicos que para el nacionalista supone “un vicio democrático grave”.

Las diputaciones provinciales tienen, además, “un poder discrecional que penso que non debería ter ninguén nunha democracia”, explicó Mosquera Lorenzo, y puso como ejemplo el Plan Concellos, que este año puso a disposición de los ayuntamientos de la provincia una inversión de 72 millones de euros. “O ano que ven, dependendo de quen entre no goberno da Deputación, un concello determinado pode dispoñer de un millón de euros, ou dous, ou ningún”, un funcionamiento “que non ten ningún sentido”, entiende el nacionalista.

“É un fraude democrático, habendo polo medio cartos públicos”, lamentó el vicepresidente de la Diputación quien, por otra parte, se declara convencido de que si hubiese elecciones a la Diputación el resultado sería “moi bo” para el actual gobierno bipartito, por la gestión realizada en estos cuatro años y por haber dejado atrás los años de funcionamiento "oscurantista e caciquil" de esta institución.

“Pero non importa como o fagas, porque incluso a presidenta, sendo unha magnífica presidenta, non pode volver a presentarse por sí mesma ao cargo, non depende dela”, explicó. Y en este sentido recordó que si su partido no la designase, no podría optar tampoco con una lista independiente, simplemente porque no la eligen los ciudadanos, algo difícilmente compatible con la democracia.

César Mosquera lamenta que el Estado “non sepa que facer coas deputacións, máis que mantelas”, cuando lo lógico, entiende, sería suprimirlas y trasladar sus competencias a otras administraciones, como la Xunta.