Un velero que rompió sus amarras por el fuerte viento y el oleaje acabó varado en la mañana de ayer en la playa de Raxó. Unas horas después la embarcación fue retirada, pero el incidente da muestra de la violencia del temporal de ayer en el mar, que obligó a la flota de marisqueo a permanecer amarrada en sus muelles a la espera de un respiro en el tiempo.

Un ejemplo de ello fue la de A Illa, donde las embarcaciones de marisqueo, e incluso, gran parte de la flota mejillonera, no salieron a faenar por el riesgo que suponían las fuertes rachas de viento.

En el caso de la flota marisquera, regresarán al trabajo en sus autorizaciones en la jornada de hoy y el cabildo ha decidido incrementar el tope de capturas.