El Concello inicia los trámites para elaborar un catálogo municipal de edificios a conservar. Servirá para determinar los inmuebles del ámbito urbano y rural que merezcan protección por su valor artístico o histórico. Así lo anunció la edil de Urbanismo, Anabel Gulías, quien indicó que esta catalogación hará más sencilla la tramitación de determinadas obras en el ámbito de edificios que estén o no protegidos.

Aprovechando este trabajo se revisarán también los muros tradicionales a conservar en el rural, un estudio que aún no se ha hecho y que es muy necesario para proteger estos elementos de la arquitectura popular.

El Concello emprende ahora esta revisión de todos los elementos susceptibles de ser incluidos en el catálogo, para su protección futura. Solicitará para ello la colaboración de la Consellería de Cultura e Patrimonio, dado que este departamento ya cuenta con una relación de edificaciones protegidos o susceptibles de ser incluidos en el catálogo de Bienes del Patrimonio Cultural.

Nuevos atractivos

Otra ventaja de esta catalogación será descubrir nuevos atractivos del patrimonio artístico y cultural del municipio, para promocionar la ciudad, así como facilitar la tramitación de las obras que se pretenden realizar en su entorno, ya que el estudio determinará además el anillo de protección que requieren estos bienes. La medida también ofrecerá una mayor seguridad jurídica a los propietarios de los inmuebles afectados.

El ayuntamiento cuenta actualmente con un documento parecido, si bien no se ha revisado desde el año 1997, por lo que es necesario actualizarlo y ampliarlo para reforzar la protección de algunos bienes arquitectónicos que por ahora no cuentan con esta catalogación.

Como primer paso en este trabajo el servicio de Urbanismo municipal solicitará al departamento de Patrimonio de la Xunta el listado con todos los edificios de Pontevedra susceptibles de ser incluidos en este estudio. Posteriormente se ampliará con la aportación municipal a este catálogo de edificios singulares.

Anabel Gulías explicó que hasta ahora este tipo de edificios se estudiaban desde una perspectiva "historicista", cuando existe patrimonio "modernista e industrial", en gran parte del siglo XX, que merece tener algún nivel de protección y que hasta ahora no se habían tenido en cuenta.