El Concello de Caldas quiere convertir la antigua finca de Fenosa en el entorno de la cascada de Segade en uno de los referentes turísticos de la comarca con la construcción zonas ajardinadas, aparcamientos, plataformas, miradores y de sendas que permitirán conectar el edificio de la antigua central con el embalse, mejorando, especialmente la conexión de la calzada y puente romanos. El proyecto se irá desarrollando a lo largo de los próximos años.

Ayer se presentaba el plan marco "recuperación paisajística de los senderos de la antigua central hidroeléctrica y de la fervenza de Segade" que definirá las actuaciones que se realizarán en el entorno y que darán comienzo el próximo mes de enero. El alcalde, Juan Manuel Rey, era el encargado de dar a conocer el proyecto junto con la arquitecta responsable, Isabel Aguirre, junto con los arquitectos paisajistas Nuria Freire y Camilo Blanco, los tres del equipo de investigación de la Escola Galega de Paisaxe-Fundación Juana de Vega.

"Es un proyecto muy interesante porque integra un espacio natural de primera calidad como es la cascada de Segade con los restos de una industria que fue muy significativa no solo en el ámbito de Caldas, sino en toda Galicia porque fue de las primeras en fundarse, lo que le da un valor emocional e histórico y en una zona en la que el río permite un uso lúdico", destacaba Aguirre, que definía la filosofía del proyecto de "recuperar y potenciar un entorno de bosque de laureles y de ribera y transformar el que era un espacio industrial para convertirlo en una zona lúdica para los ciudadanos". En este sentido, destacaba la importancia de poner en valor el antiguo trazado de la calzada y el puente romanos que pasarán a estar mejor conectado a través de sendas continuas por el entorno entre Segade y A Baxe.

El proyecto prevé potenciar y mejorar el aparcamiento de acceso a la cascada de Segade en plena PO-640, que contará con plazas para autobuses y turismo, al que se añadirá otro aparcamiento en el entorno de A Baxe para unos 40 estacionamientos. Ambos puntos estarán conectados con las sendas. La ruta contará con tres miradores, uno en la propia cascada, otro a mitad del recorrido de la misma y otro en el lado superior del salto del agua, donde además se mejorará la accesibilidad y la seguridad de las históricas escaleras que conectan el entorno del puente romano con los canales de agua que surtían a la antigua central hidroeléctrica, que pasarán a ser sendas.

En cuanto a las sendas, se recuperará una de ellas que transcurrirá en la montaña en paralelo a la N-640 y que conectará el aparcamiento de la cascada de Segade con la calzada romana, mientras que otros tramos aprovecharán también los canales, incluyendo un tramo que transcurre bajo la montaña y que se habilitará para el paso de los senderistas. También se recuperará un antiguo camino que conecta el puente romano con el entorno de A Baxe, donde se ubicará el otro aparcamiento.

En total, el proyecto afecta a una superficie de unos 60.000 metros cuadrados en un espacio en el que se las obras contarán con materiales con criterios de respeto a la naturaleza como puede ser madera y tierra. Se financiarán con los programas Industriana, de la Diptuación fondos de la Fundación Biodiversidad, así como por el remanente de tesorería del Concello, suponiendo una inversión total de unos 936.000 euros en su primera fase. Está previsto que se elabore un estudio de usos que diseñe un proyecto marco para una futura recuperación de los edificios de la antigua central hidroeléctrica.

"Estamos atravesando el mejor momento de turismo en Caldas gracias al Camino y a los festivales, pero no implica que no pueda mejorarse y con esta actuación será un lugar de referencia", indicaba Rey, que anunciaba que este espacio "será protagonista con actuaciones dentro del festival y de las fiestas patronales".