-¿La situación a nivel sanitario es más fácil?

-Peor todavía. El Sergas tiene 0,0 intérpretas. Xoga asume en ocasiones la contratación de un intérprete cuando una persona con diversidad sensorial, de la que tengamos constancia, ingresa en Urgencias. Es terrible estar enfermo y no poder comunicarte con los médicos. Pero no ocurre solo en Urgencias. Hay personas que tienen que estar hospitalizadas dos meses y no pueden ni entretenerse con nada en el centro sanitario ni comunicarse con nadie.

-¿Cómo esperan romper esta dinámica?

-Haciéndonos visibles. Desde el año 2007 tenemos una ley que reconoce nuestro derecho a tener una lengua de signos, pero eso no ha llegado todavía a los usuarios. Somos personas normales con una pequeña limitación que no tendría que condicionarnos en exceso si contasemos con los medios a los que tenemos derechos. Pero como no somos visibles, no se nos tiene en cuenta.