La concejala de Educación, Carme Fouces, quiso también agradecer la "actitud pausada y tranquila" de la Asociación de Nais e Pais del colegio de Barcelos ante estos hechos, apostando por una solución negociada una vez que las madres decidieron impedir la instalación del nuevo transformador hasta que no hubiera un compromiso de cara a su traslado en el futuro. Y es que, aunque mostró su comprensión por los nervios de los padres ante el episodio vivido, también llamó la atención sobre el riesgo de impedir a una empresa que cuenta con todos los permisos que reparase una avería y restableciese el suministro a todos los vecinos y negocios afectados. "Si se avivasen os ánimos, as cousas poderían ser agora peor", explicó.