Según explican los bomberos, la voz de alarma sobre el incendio se dio minutos después de las nueve de la mañana. Cuando llegaron al lugar, los equipos de primera intervención de la propia fábrica ya tenían casi controlado el fuego y ellos completaron la extinción. Desde la empresa destacan que el fuego estuvo muy "localizado" en estos equipos en desuso.

Las llamaradas y la columna de humo que se percibía desde distintos puntos de la ría causaron alarma, pero sobre las 9.20 horas el fuego se daba por controlado y apenas una hora después, a la diez, estaba totalmente extinguido, según la compañía.

El material que recubría la torre de refrigeración, poliéster, así como su estructura hicieron que el fuego pareciese muy "aparatoso", según indicaron los bomberos.

La compañía destacó que no se produjeron daños personales y que todos los trabajadores se encontraban bien. Siguiendo el protocolo de emergencias, una parte de ellos se trasladaron a un punto de encuentro en la entrada de la fábrica y una media hora después regresaban a sus puestos de trabajo. El incidente no afectó a la producción en la fábrica de Lourizán que no se interrumpió en ningún momento.

Ence también destacó que el humo no afectó a las poblaciones circundantes y que la cabina de control ambiental que monitorizan la calidad del aire (situada en Campelo, dirección en la que fue el humo) no registró ningún parámetro fuera de lo normal.