La centolla es uno de los platos que más abundarán en las mesas durante las próximas fiestas navideñas y son muchas las familias que ya acuden al mercado para adquirir este marisco a precios más razonables que dentro de unos días. Los resultados de las lonjas de la ría son una buena muestra de la evolución de las ventas. Desde que se reabrió la campaña de captura de la centolla, el pasado 12 de noviembre, estas cuatro rulas (Portonovo, Marín, Campelo y Pontevedra) ya han subastado algo más de 4.000 kilos, lo que ha supuesto una facturación de más de 31.000 euros en menos de un mes, según los datos provisionales del portal pescadegalicia de la Consellería do Mar.

La cifra, en todo caso, es más baja que la registrada en el mismo mes de 2017, salvo en el caso de la lonja de Pontevedra. En este último caso, han pasado por sus bancadas entre el 12 de noviembre y ayer unos 855 kilos, por un importe de algo mas de 4.200 euros, muy por encima de las cifras de noviembre de 2017. Entonces fueron menos de 640 kilos, valorados en apenas cuatro mil euros.

En lo que va de año, la rula pontevedresa ya suma más de 3.000 kilos subastados de este crustáceo, lo que supone mucho más del doble de lo vendido el pasado año a estas alturas. La diferencia económica también es sustancial, de 7.700 euros de entonces a los 15.400 de ahora.

En cuanto a los precios por kilo, que no coinciden ni mucho menos con los que se piden después al público, las cifras provisionales hasta ahora oscilan entre los doce y los veinte euros en sus valores más altos, si bien el pasado año a estas alturas ya se llegaba a los 50.

La lonja con más movimientos de centolla es la de Portonovo, que suma 1.900 kilos, por delante de los 865 de Marín y los 510 de Campelo.