Resumir en un acto de hora y media de duración la trayectoria vital y profesional de Antonio Odriozola no era tarea fácil. Por ello, quienes asumieron esa responsabilidad optaron por centrarse en alguna de las muchas facetas en las que destacó.

Francisco Magán, cofundador de Hifas da Terra y amigo personal de Odriozola, recordó su importancia como pionero en el desarrollo de lo que hoy es una industria pujante en Galicia: la micología. Lo hicieron conjuntamente desde el Centro de Investigaciones Científicas de Lourizán, donde Odriozola llegó buscando "refugio en una época en la que en la Misión Biológica, de la que era bibliotecario, había un director que era como un comisario político".

Cursos y charlas por todo el país, en los años 80, sentaron las bases de la gran afición y conocimiento que hoy hay sobre micología.

Guillermo Campos centró su intervención en la gastronomía y en la extensa biblioteca que sobre esta materia (hoy en el Museo) tenía Odriozola, "y que me ayudó a formarme y a especializarme en esta materia".