El abandono de perros está todavía lejos de ser una práctica erradicada. La prueba está en la perrera municipal de Poio, que alberga cerca de 40 perros repartidos en una docena de jaulas. Desde la Asociación Amigos da Canceira de Poio alertan de que la situación de la perrera municipal está "un poco saturada" y alertan de la necesidad de que los dueños de los cánidos "tengan mayor concienciación", al tiempo que hacen un llamamiento a la adopción de perros "y que sean responsables de que tienen que cuidarlos".

Desde Amigos da Canceira señalan un importante descenso en adopciones en los últimos meses. "Desde verano, tan solo hemos tenido 3 o 4 adopciones, va por rachas, pero es cierto que son muy poquitas", señala Rosa Pérez, de la asociación. "La gente viene y se interesa, pero muchos se echan atrás, aunque también es cierto que estos meses también vino menos gente", indica Rosa contrastando la escasez de solicitantes de adopciones en comparación con el aumento de perros que ingresan en la perrera tras ser abandonados.

La falta de adopciones de debe, en una parte, a las preferencias de los que se interesan en acoger perros. "Quieren cachorros sobre todo, pero también perros de raza pequeña, sin que les importe la edad, y cuanto más peludos mejor", explica Rosa. Precisamente unos perfiles que no abundan en la perrera municipal. "La mayoría de los que están en la Canceira de Poio son grandes o medianos aunque ahora mismo también tenemos un par de cachorros", comentan de la asociación aunque a la hora de abandonar perros, no se observa esta distinción: "hoy en día abandonan por igual perros grandes y perros pequeños".

Precisamente desde la asociación alertan de una nueva práctica que no se venía sucediendo hasta hace poco como es el abandono de perros de raza peligrosa. "Creemos que se debe a que debe haber cría ilegal. Los cruzan con cualquier perro y luego no saben que hacer con las crías y acaban o abandonadas o a gente irresponsable". También denuncian el abandono de muchos perros de caza. "Siempre se dieron muchos abandonos de estos perros, sobre todo en el primer trimestre del año por el fin de la temporada de caza, pero ahora incluso empiezan antes los abandonos, creo que debería haber un mayor control y, sobre todo, que quien tenga perro debe ponerle el chip, que es algo obligatorio, y sobre todo tener conciencia de que debe cuidarlo".

Precisamente en estas fechas suele haber adopciones, especialmente porque un perro puede ser un buen regalo de Navidad. El consejo que dan desde Amigos da Canceira es clara. Quien quiera regalar a un niño un perro adoptado debe antes ponerlo en conocimiento de sus padres o de quien comparta la responsabilidad de cuidarlo.

Desde Amigos da Canceira destacan la importancia de brindarles cariño y un hogar a un perro, aunque sea mayor. Rosa concluye que "los perros adoptados son muy agradecidos porque salen de condiciones malas para otras mejor, vienen educados y en cuanto al cariño, depende del cariño que se les de, pero lo va a devolver multiplicado".