Las situaciones de acoso a menores se producen en espacios privados y los agresores son del entorno próximo (familia o personas conocidas) y tienen una duración de 2 a 5 años. Frente a estas situaciones, concluye el estudio, las chicas desarrollan sentimientos de incomprensión, asco, miedo y bloqueo.

Esta realidad contribuye la impunidad de los acosadores que constatan que sus acciones no tienen consecuencias.

El 24% de las violencias contra las mujeres denunciadas en la red al amparo de la campaña # PrimAcoso tienen como víctima a una mujer.

En esta categoría las situaciones de acoso sexual hacen referencia a un 21.3 % de los casos, un 1.6 % de los tweets señalan situaciones de acoso en función del sexo y un 1 % son de agresiones sexuales. Al igual que ocurre con las niñas, las mujeres son acosadas y violentadas sexualmente en espacios privados y como ellas también desarrollan sentimientos de miedo, culpa, vergüenza e interiorizan que son responsables de lo que pasa. En este caso también los acosadores actúan con impunidad, subestimando el alcance de sus acciones, al tiempo que los espectadores quedan en el terreno de la pasividad. La profesora e investigadora María Lameiras concluye que "no podemos permitir que sigan este tipo de comportamientos y tampoco la impunidad de sus autores".