En más de un 35,6 por ciento han caído las ventas en kilos en las lonjas de la comarca de Pontevedra en lo que va de año respecto al pasado. Se debe, en gran medida, a la disminución de un pescado en concreto en la costa, el estornino o xarda pintada, una especie de caballa, que en años anteriores fue capturada en gran medida por la cofradía de Portonovo.

Según los datos de Pesca de Galicia de la Consellería do Medio Rural e do Mar, a día de hoy el volumen total de pescado y marisco vendido en las lonjas de la comarca es 2,6 millones y medio de kilos menos que a esta altura de 2017. Son 4,7 millones frente a los 7,3 de hace un año.

"Tanto el año pasado como el anterior se pescó mucha xarda pintada, pero este año faltó de la costa, no solo de Portonovo", asegura José Antonio Gómez, patrón mayor de la Cofradía de Portonovo hasta hace dos semanas. "Hubo un bajón muy grande en todos los puertos", añade.

Se trata de una especie azul similar a la caballa y de precio muy económico, de ahí que su impacto sea notable en cuanto a volumen de kilos pero no en relación al de euros.

"Se coge en toda la costa de norte a sur, y a veces se captura más en una zona que en otra. El año pasado estuvo muy concentrada en la nuestra", resume. "Pero es algo que pasa con más especies. Lo mismo ocurrió con el jurel hace dos años, que hubo mucho y sin embargo este año ya no hubo tanto. O con la sardina, que tiene ciclos más prolongados de cinco a siete años"

Según la información facilitada por la Consellería, el año pasado en la lonja de Portonovo se vendieron 4,3 millones de kilos de xarda pintada entre enero y noviembre. Sin embargo, en el mismo período del año actual es de poco más de 1,8 millones de kilos.

"No es una especie que a nivel económico suponga una gran variación, sino en cantidad. Hay que pensar que una caja de unos 14 kilos puede costar entre 6 o 7 euros", matiza Gómez.

"En general se utiliza mucho para cebo, y también para conserva. Pero sobre todo para lo primero", informa.

Esto explica que, pese a la caída en kilos los ingresos económicos se incrementasen, moderadamente, eso sí: de poco más de 10 millones de euros se pasó a 11,7.

Respecto a las cuotas de pesca, reconoce que lo que más está afectando ahora mismo a la pesca es la de sardina. "En jurel no hubo problema. Siempre los problemas son con la sardina y la caballa", afirma.

En la lonja de Portonovo la caída en la venta de sardina también se dejó notar en estos once meses del año, al pasar de 131.000 kilos vendidos el año pasado a menos de 85.000.

En cuanto al jurel, se vendieron el año pasado 795.000 kilos, mientras que en el actual ya se superan los 812.000.

Subida en Campelo

Por el contrario, la lonja de Campelo destacó por ser la única de la comarca, junto con la de Vilaboa, aunque en menor medida, que registró un incremento en el volumen de producto del mar vendido. En los primeros once meses del año se vendieron en la de Poio 597.310 kilos, frente a los 441.672 del anterior. También a nivel económico se produjo una interesante subida: de 3,8 millones de euros a casi 6.

La especie más vendida fue la almeja japónica, con casi 500.000 kilos. Le siguen, a cierta distancia, la babosa, con algo menos de 60.000 kilos, y la fina, con 13.000. Asimismo, de navaja se vendieron en la lonja de Campelo en lo que va de año casi 15.000 kilos.

Por otro lado, este año se ha caracterizado por la incorporación al marisqueo del banco de Raxó entre punta Aguillón y punta Santa Mariña. Su situación particular con respecto al resto del fondo de la ría, aunque más difícil para la cría, lo hace más propicio para la diversidad de almeja y se puede encontrar hasta la roja, muy apreciada en el sector.