El alcohol vuelve a estar detrás de una nueva tragedia en las carreteras. Una mujer falleció en la noche del pasado sábado en la AP-9 en Barro en una colisión ente dos vehículos y el supuesto causante del accidente fue detenido en un primer momento por la Guardia Civil por cuadruplicar la tasa de alcoholemia. Todo ocurrió poco después de las 23.00 horas en el kilómetro 119 de la autopista, a la altura del enlace con la autovía do Salnés.

La fallecida, de iniciales R. G, era de origen italiano pero residía en Caldelas de Tui, y en el accidente resultaron heridos su marido y un niño de 12 años, hijo del matrimonio, mientras que el conductor del otro coche presentaba lesiones leves.

Se trata de un joven de 27 años con domicilio en Pontevedra, de iniciales N. C. M. G. La Guardia Civil procedió a su detención y le atribuye un presunto delito de homicidio por imprudencia grave ya que dio positivo en la prueba del alcoholemia y cuadruplicaba la tasa mínima. El test realizado tras el accidente arrojó un resultado de 1,02 mg/l en la primera prueba y de 1,01 en la segunda, según explica la Comandancia. El límite máximo se sitúa en 0,25 mg/l.

Coche y carné, intervenidos

Por todo ello fue detenido, si bien después quedó en libertad a la espera de que sea citado por el juzgado de Caldas, donde se instruyen las diligencias. Además del homicidio por imprudencia grave, también se le acusa de un supuesto delito contra la seguridad vial y quedaron intervenidos tanto el vehículo como el permiso de conducir, añade el Instituto Armado.

Según algunas fuentes, el vehículo en el que viajaba la familia, un Volkswagen Sharan, se habría incorporado a la AP-9 en el citado enlace de Barro en dirección Sur. En ese mismo sentido circulaba el Renault Megane del joven pontevedrés.

Vuelco

La Guardia Civil de Tráfico explica que este segundo conductor realizó una maniobra antirreglamentaria -se investiga si fue un adelantamiento arriesgado o un alcance por detrás- y golpeó al primer coche, que se salió de la vía por la margen derecho.

Ante la violencia del impacto, el Volkswagen saltó la barrera de protección, se llevó por delante la señalización y una caseta meteorológica al borde de la autopista y acabó volcado en una finca próxima. Sus tres ocupantes utilizaban los cinturones de seguridad, según la Guardia Civil.

La víctima mortal viajaba en el asiento del copiloto, mientras que el marido era el que conducía y el niño estaba en el asiento trasero. Al parecer, el Renault solo estaba ocupado por el conductor.

Además de los agentes de Tráfico, fueron movilizados los Bombeiros do Salnés y de Pontevedra para excarcelar a las personas atrapadas. La mujer falleció prácticamente en el acto, mientras que el niño pudo salir por sus propios medios del coche, pero fue necesario rescatar al marido. Tanto el menor como el padre fueron trasladados al hospital Quirónsalud Miguel Domínguez de Pontevedra. Dos ambulancias medicalizadas del 061 también acudieron al lugar.

El coche del supuesto causante del accidente quedó atravesado en medio de la calzada hacia Pontevedra, mientras los servicios de emergencias y sanitarios ocupaban parte del carril para atender a las víctimas, por lo que fue necesario regular la circulación en la zona del siniestro. También se movilizó a operarios del servicio de mantenimiento de la carretera.