El alquiler vacaciones tiene muchos detractores. Sin embargo es un modelo que se consolida. Y no porque los propietarios hayan modificado sus hábitos, sino porque son los viajeros quienes lo han hecho. Así lo asegura Dulcinea Aguín, presidenta de Aviturga, que ha constatado un notable incremento de viajeros que demandan alojamientos particulares para disfrutar de su estancia en un destino. "Es esa demanda de hospedajes de estas características lo que anima al propietario a preparar su vivienda para esta actividad, cuyos ingresos fluctúan en función del mercado", explica Aguín.