Carlos Valle ponía ayer fin a una larga etapa laboral como director del Museo de Pontevedra durante más de tres décadas.

Mañana domingo Carlos Valle cumple 65 años de edad y esa es la fecha en la que la Diputación hará efectiva su jubilación, aplicando un acuerdo interno de rotación en las diferentes plazas, no prorrogando ninguna relación laboral excepto que el trabajador necesite mayor tiempo de cotización.

Carlos Valle se despedía ayer de quienes fueron sus compañeros de trabajo durante los últimos años y lo hacía con la discreción que ha caracterizado su trayectoria. Sin actos institucionales ni de reconocimiento a sus méritos.

Será a partir del lunes cuando la Diputación Provincial, organismo del que depende el Museo de Pontevedra, comenzará el proceso de selección de la persona que sustituirá a Carlos Valle al frente de la dirección del Museo.

El ente provincial mantiene un total hermetismo sobre el procedimiento que seguirá, aunque todo apunta a que quien ocupe la dirección del Museo a partir del próximo año no será funcionario.

Cuando hace unas semanas transcendía la jubilación de Carlos Valle, tanto Carmela Silva como Xosé Leal elogiaban tanto la trayectoria como la aportación de Carlos Valle, no solo al Museo Provincial sino al mundo de la cultura en general.

La presidenta de la Diputación dejaba abierta la puerta a una posible colaboración futura, más allá de la relación laboral existente hasta ahora, dejando entrever la posibilidad de contar con Carlos Valle en calidad de asesor.

Sin embargo, el hasta ahora director del Museo ha evitado por el momento pronunciarse al respecto.

Hace tan solo unas semanas Carmela Silva destacaba su compromiso "con nuestra cultura, nuestros valores, nuestras tradiciones, a la vez que supo adaptarse a la modernidad y a las demandas de la ciudadanía" y recordaba el "gran aprecio" que le tiene el Gobierno provincial. "Es uno de los nombres propios del Museo Provincial y le echaremos mucho de menos".

Para él también tenía palabras de elogio Xosé Leal, diputado de Cultura. "Valle xa forma parte da historia do Museo nos últimos 30 anos, unha nave que guiou a bo porto, en convivencia co director anterior, sendo a súa man dereita".

Leal le definía entonces como "un home de país que logrou que o Museo Nacional de Galicia alcanzase as súas cotas máis altas. A sociedade pontevedresa, a galega e incluso a nivel estatal recoñeceronlle este traballo porque deixou unha fonda pegada e debemos estar agradecidos a este traballo intenso e sempre con criterio científico e moito rigor".