-¿Hay una tendencia general a recuperar el espacio público?

-Estadísticamente no. El porcentaje de suelo destinado a espacio público está disminuyendo, de un 25 a un 21 por ciento. El mercado no es un instrumento que lo valore. Hay que cambiar el modelo de urbanización y volver a uno más respetuoso.

-¿Es una cuestión técnica o política?

-Los expertos y especialistas entienden el valor del espacio público pero donde los gobierno son débiles, no tienen capacidad normativa o se dejan llevar porque llegue dinero del extranjero para inversión, se rebajan los estándares y surge la tentación de ceder el espacio público.

-En su etapa como alcalde de Barcelona lideró la recuperación del casco histórico, con una visión pionera.

-En cierto modo sí. Barcelona ha tenido históricamente un alto aprecio por el espacio público. Me tocó llevar el proceso de rehabilitación del casco antiguo, que duró muchos años y fue muy complejo porque la situación de degradación era muy alta. La directriz básica era la recuperación del espacio público en un radio de 6 kilómetros cuadrados con 160.000 habitantes y zonas en las que la policía no entraba. Ahora en cambio, el problema es que hay demasiados turistas que eligen esa zona.