Electroquímica del Noroeste, Elnosa, ha confirmado, mediante un comunicado, lo que ya era una realidad: el "cierre definitivo de su unidad industrial en Pontevedra ante la falta de condiciones legales que permitan la inversión en la modernización y la continuidad de la fábrica", una decisión de la que culpa al Concello y a Costas.

En concreto, señala que "la estrategia del Ayuntamiento de Pontevedra hacia la planta, que siempre se opuso a la permanencia de la empresa, junto con la incertidumbre sobre la renovación de la concesión de los terrenos por parte del estado español, en virtud de la ley de ordenación de costas, acumularon dudas que comprometieron el buen desarrollo de la fábrica de Elnosa".

Explica que Elnosa "procederá ahora a las operaciones de desmantelamiento de las instalaciones y la rehabilitación de los terrenos, trabajos cuya duración está prevista que sea de dos años".

En su comunicado, la compañía señala que Elnosa, "propiedad en su totalidad de Bondalti, continuará en la región gallega con la actividad comercial, así como con la base logística en el puerto de Vigo. De igual forma, se mantendrá la estructura de apoyo administrativo a la nueva planta que Bondalti está poniendo en marcha en Torrelavega (Cantabria), con una inversión cercana a los 55 millones de euros y cuya inauguración está prevista para 2019, lo que conlleva la creación de 150 puestos de trabajo directos, indirectos e inducidos"

Añade que "algunos de los actuales trabajadores de Elnosa permanecerán en Galicia, mientras que algunos otros tendrán la oportunidad de trabajar en la nueva fábrica en Torrelavega".

Recuerda que "Elnosa fue adquirida por Bondalti (antes CUF Química) en 2001, poniendo en marcha un plan de reconversión y modernización de la unidad dedicada a la producción de cloro. El cambio para una tecnología ambientalmente compatible y la diversificación de la producción fueron una prioridad, pero la estrategia del Ayuntamiento de Pontevedra hacia la planta, que siempre se opuso a la permanencia de la empresa, junto con la incertidumbre sobre la renovación de la concesión de los terrenos por parte del estado español, en virtud de la ley de ordenación de costas, acumularon dudas que comprometieron el buen desarrollo de la fábrica de Elnosa".

Asegura que "se intentó, desde el primer momento, mantener viva esta iniciativa industrial, teniendo como objetivo la creación de un importante polo de competitividad socioeconómica en la región, pero la indefinición legal se volvió incompatible con la estabilidad imprescindible para cualquier inversión empresarial. Esta situación se agravó, por motivos puramente políticos, por la oposición sistemática y destructiva del Ayuntamiento de Pontevedra".

En su comunicado agradece el apoyo de la Xunta, pero pese a ello "Bondalti se vio imposibilitada para realizar las inversiones que tenía previsto realizar en la región gallega, habiendo sido obligada a abrazar un nuevo proyecto industrial en otra comunidad de España, donde fue recibida con los brazos abiertos por las respectivas autoridades regionales y locales".