Losetas a punto de caer, cristales rotos, cableado sin protección, puntos de luz sin bombilla, paredes que rezuman agua, goteras en las aulas, ausencia de calefacción, tuberías de agua que rompen constantemente, un sótano inundado, ratas en la plata baja o un patio de recreo inutilizable. Así es como José Ramón Piñeiro, secretario general de CCOO, describe las instalaciones del colegio de educación infantil y primaria Príncipe Felipe, en el que cursan sus estudios un total de 85 niños con edades comprendidas entre los 3 y los 12 años. La central sindical llamó la atención sobre el riesgo que corren los escolares al acudir a estas instalaciones.

De ellos solo 15 residen en el entorno. 50 son alumnos del Centro de Día de Príncipe Felipe y los 20 restantes son menores tutelados por la Consellería. "Están recibindo ensino nunhas instalacións e nunhas condición inhumanas".

CCOO denuncia las graves carencias estructurales que presenta el CEIP Príncipe Felipe, cuyo mantenimiento es responsabilidad de la Diputación de Pontevedra.

En una rueda de prensa en la que José Ramón Piñeiro mostró un amplio álbum de fotografías que reflejan el estado de las instalaciones, el responsable comarcal de Comisiones Obreras describió también el estado de los baños, con goteras, puertas sucias y rotas y varios de los servicios inservibles.

José Ramón Piñeiro pidió a la Diputación que corrija esta situación y que habilite partida en el presupuesto del próximo año para asumir el mantenimiento del centro. "Pedimos responsabilidade. Non entendemos como pode haber nenos nas aulas nestas condicións mentras algúns políticos alardean de investimentos como o de Nadal en Vigo".

Desde CCOO sospechan que la intención de la Diputación pueda ser cerrar el centro, "só eso pode explicar este abandono", pero advierten que "eso non é o que queren nin os profesores, nin os alumnos nin nós. Os rapaces do Príncipe Felipe teñen dereito a estudiar en condicións dignas, e eso é o que nós reclamamos".

Comisiones Obreras centró sus críticas en la Diputación de Pontevedra, aunque también se preguntó cómo Educación podía permitir que los escolares recibiesen clases en unas instalaciones con tal estado de deterioro.

El representante de la central sindical alertó también de las carencias en el resto de las instalaciones del complejo de Príncipe Felipe, especialmente de los problemas derivados de la calefacción, un servicio que la empresa adjudicataria cierra durante determinadas horas del día con el consiguiente perjuicio tanto para los residentes como para los trabajadores que prestan servicio en estas dependencias.