Los escolares del CEP Campolongo se han tomado en serio este curso su acercamiento a la agricultura ecológica.

Cuentan para ello con la implicación de sus familias y sobre todo del Anpa, que este curso lidera un proyecto innovador, la "horta viaxeira". De su coordinación se encarga Eva Balije, que en los últimos días se encargó de los preparativos del terreno, una de las parcelas de los huertos urbanos que gestiona la Federación de Asociaciones de Vecinos Castelao junto al molino de Os Gafos.

No es el primer año que la Anpa San Xosé de Campolongo asume la producción de una parcela, pero sí es la primera vez que logra implicar a tantos escolares.

Un total de 150 niños, de 3º y 4º de Primaria, con edades entre 8 y 9 años, asumen a partir de esta misma semana el control sobre un huerto de 36 metros cuadrados, en el que ya han sembrado 12 especies de distintas.

La "horta viaxeira" dará patatas, repollo, cebollino, espinacas, guisantes, habas, col alta, puerros, ajos, etc. De la parcelación del huerto y de la plantación inicial se encargaron los padres, orientados por los técnicos de la estación fitopatológica de O Areeiro, que incluso les ayudaron a distribución las diferentes plantaciones.

También tuvieron ayuda para dotar al suelo de los sustratos necesarios para garantizar una buena producción. En ese apartado contaron con el apoyo de los técnicos de Revitaliza, que se encargaron de llevarles 4 sacos del abona que ahora nutre la tierra.

En lo que no tuvieron ayuda alguna los padres urbanos fue en la preparación del terreno, endurecido después de meses sin ser trabajado. Pero Eva Balije da el trabajo, físicamente por duro, por bien empleado. Confía en que la experiencia contribuya a la madurez de los escolares.

El trabajo duro está ya hecho. Ahora comienza el cuidado constante del que dependerá que las frágiles plantas se conviertan en codiciados frutos ecológicos.

Y ahí empieza la tarea de los escolares. Cada semana uno de los niños y su familia recibirá la mochila "horta viaxeira".

Con ella las familias recibirán tres herramientas de mango corto: un rastrillo, un plantador y una pala, además de un par de guantes de tamaño infantil. A mayores, la mochila porta una guía en la que se explica el proyecto, facilita información sobre las distintas variedades de la plantación y algunos consejos sobre lo que deben hacer.

Evitar que las hierbas ahoguen a las plantas y garantizar que tengan el agua suficiente para su crecimiento y desarrollo es la tarea de cada uno de estos escolares, que irán rotando en turnos de una semana para la realización de estos trabajos.

"Cada niño se lleva la mochila una semana y la devuelve al cole después de haber realizado su tarea", explica el presidente de la Anpa.

De subsanar la posible falta de atención de algún escolar se encargará el equipo de padres coordinado por Eva Balije, responsable de reponer alguna planta que seque y de sustituir algún cartel que pueda desaparecer.

"Tenemos un grupo de tres o cuatro familias que seremos quienes coordinaremos la actividad, tanto las siembras como la recogida, pero los niños de los dos cursos implicados están entusiasmados con esta idea y estoy segura de que poco a poco irán haciéndose con el trabajo", explica Eva Balije.

Para facilitar las tareas de los escolares la Anpa tiene a su disposición una regadera de seis litros de capacidad, "porque no se puede regar con manguera que eso estropea el producto", y una carretilla que les permitirá trasladar los restos de hierbas y herramientas que puedan necesitar.

Esa experiencia personal de cada niño y su familia se plasma en unas fichas individuales que también se incluyen en la mochila "horta viaxeira" y en la que incluso pueden añadir fotos. "Se trata de compartir la experiencia. La verdad es que en la ciudad es difícil para que los niños urbanos puedan tener la experiencia de la agricultura. Muchos de ellos no tienen aldea para poder disfrutar de una experiencia que creemos que les puede resultar muy enriquecedora", explica Antonio Rodríguez, presidente de la Anpa.

"Son varias las cosas que queremos que aprendan. La primera es cómo se trabaja la tierra y lo largo que es el proceso para conseguir que una planta se convierta en patatas. Pero el proyecto va más allá y busca también que los niños aprendan el valor de un consumo lo más ecológico posible y entiendan además el objetivo de reciclar", apunta el presidente de la Anpa.

No es la primera vez que la asociación de padres San Xosé de Campolongo gestiona uno de los huertos urbanos del Concello. De esta misma parcela dispone la Anpa, a través de una cesión de la Federación Castelao, desde hace ya dos años. Sin embargo, el proyecto se planteó en forma de voluntariado familiar "y con menos constancia de la necesaria para un proyecto de estas características".

Sin embargo, en el CEP Campolongo creen haber dado con la fórmula ideal para lograr el éxito de la iniciativa. "Cuando comenzamos con la Mochila Viaxeira, para que los niños se llevaran libros a cada para leer participaban muy pocas familias, hoy forma parte ya de los proyecto anuales del colegio y todo el alumnado está implicado", concluye.