El de ayer no solo fue un acto de concienciación sobre la necesidad de tomar medidas, tanto desde la administración como la propia ciudadanía, para detener la "pandemia" provocada por los accidentes de tráfico. Fue también un acto de homenaje a las víctimas. Los familiares y miembros de Stop Accidentes volvieron a instalar un muro del recuerdo en el que las fotos de los fallecidos estuvieron acompañados de mensajes que los asistentes iban colgando expresando su deseo de que estas tragedias no se vuelvan a repetir. Para que ninguna familia tenga que sufrir lo que han padecido ellos.

Sus testimonios también estaban presentes con el objetivo de transmitir a la sociedad la necesidad de frenar la violencia vial. Antonio Urís y su esposa Carmen Pérez perdieron a su hijo hace ya 14 años en un accidente de tráfico cuando estaba haciendo ciclismo. Antonio lo deja claro: "Aprendes a vivir con ello, hace ya 14 años y tienes que vivir porque no queda más remedio, pero la vida te cambia para siempre y ya no es lo mismo", reconocía ayer.

"Estamos aquí para que las autoridades se conciencien de que hay que organizar las ciudades y los pueblos de manera que la gente pueda circular tranquilamente y garantizar que se respetan las normas de circulación", explicó. Con todo, señaló que el cambio no debe venir solo de quien gobierno, sino también de la propia sociedad: "la gente tiene que darse cuenta viéndonos de como en un segundo te cambia toda la vida, con o sin culpa".

Antonio explica también como, para lograr este objetivo, la asociación hace esta labor importante de "concienciar" a la población con actividades en los colegios, autoescuelas, o en los cursos de recuperación de los puntos del carné de conducir: "Por eso ahora la DGT ha obligado a las personas que quieren recuperar sus puntos a recibir charlas de víctimas de accidentes de tráfico, para que se den cuenta de que la vida te cambia por completo en un segundo, para siempre, y es una herida que ya nunca se cierra", explica Antonio.

Recuerda que los mal llamados accidentes son, en su mayoría, evitables y que en el caso de su hijo, "si el conductor hubiera respetado las normas, nunca hubiera pasado".