Había un tiempo en que el exceso de velocidad y, sobre todo el alcohol y las drogas, eran un "mantra" que se repetía una y mil veces por parte de las autoridades como quizá las principales conductas más peligrosas y reprochables al volante. Sin embargo, en los últimos tiempos se han equiparado al mismo nivel una causa, cada vez más frecuente, de accidente grave: las distracciones y, entre ellas, el móvil.

Cada día son más los siniestros de tráfico graves provocados por estas distracciones a las que cuesta mucho llamarlos despistes, puesto que la mayor parte de las veces no lo son. Responder al móvil, leer un mensaje o incluso responder a un "whatsapp" al volante no son meras distracciones involuntarias sino que el conductor debe empezar a asumir que son actos voluntarios de gran irresponsabilidad que pueden tener consecuencias trágicas.

Así lo consideran también las asociacions de víctimas de siniestros de tráfico que en sus discursos ya equiparan este tipode conductas al mismo nivel. "El que bebe a conciencia y se sube a un coche maneja un arma; el que contesta a un whatsapp al volante mientras conduce, maneja un arma", por lo que no tiene la más mínima duda que estos comportamientos y los graves siniestros que provocan no pueden ser considerados como accidentes, sino como "violencia viaria". Una violencia que está "causando un verdadero drama en las carreteras".

La propia DGT ya plantea la equiparación de la sanción por conducir utilizando el móvil a las que se imponen por conducir bajo los efectos del alcohol y las drogas. Y es que el Gobierno también parece decidido a tomar medidas al respecto de esta cuestión. Ayer, Stop Accidentes celebraba en Pontevedra el acto para conmemorar el día mundial de las víctimas de los accidentes de Tráfico y en su discurso, la subdelegada del Gobierno en Pontevedra, Maica Larriba, también prestaba especial atención a esta cuestión: "El consumo de alcohol, drogas y las distracciones al volante están detrás de las altas cifras de fallecidos", explicaba.

"Quiero haceros a todos y todas un llamamiento muy especial", añadió, "la principal causa de distracciones al volante sigue siendo el uso del móvil", indicó. "No hay mensaje, Whatsapp, o llamada más importante que la vida del que conduce, de sus acompañantes o del conductor que circula a tu lado".

Cerró su intervención equiparando también la conducción etílica con las distracciones causadas por los teléfonos: "Nuestro compromiso como Gobierno es seguir trabajando en la mejora de la seguridad vial de todas nuestras carreteras, pero sin el compromiso individual de cada uno de nosotros y nosotras de no responder al móvil mientras conducimos, o de no tomar alcohol cuando nos vamos a subir al coche, poco avanzaremos", indicó.

Recuerdo a las víctimas

Más allá de llamar la atención sobre el aumento de las distracciones como causa de accidente, el acto organizado ayer por Stop Accidentes tenía como principal objetivo recordar a los fallecidos y heridos en siniestros de tráfico en el día internacional establecido por la ONU como de homenaje a las víctimas. La presidenta de Stop Accidentes, Jeanne Picard, tomó la palabra para denunciar que los mal llamados accidentes de tráfico matan cada día a 3.000 personas en todo el mundo, 500 de ellas niños y niñas. "Es una pandemia, estamos viviendo una de las mayores catástrofes humanas más escalofriantes entre la inacción de los gobernantes y la indiferencia de la sociedad", explicó. Recordó que el 90% de los fallecidos se producen en países en vías de desarrollo.

También las cifras en España deben llamar a la reflexión, como reconoció la subdelegada del Gobierno. Fueron 1.830 personas fallecidas del pasado año y casi 10.000 hospitalizados con lesiones graves, unas cifras "inadmisibles", añadió Picard.

Reformas legales

También reivindicó medidas que reclaman los colectivos de víctimas, como unificar la asitencia a los afectados por la violencia y siniestralidad vial en un único organismo, así como acometer las reformas legales pendientes para solventar especialmente el vacío existente en lo que respecta a la figura de la omisión del deber de socorro, especialmente en lo que se refiere a la fuga del conductor implicado del lugar del accidente: "Todavía a día ed hoy nos encontramos con mucha impunidad", indicó. "La seguridad vial debe ser una política de Estado", al tiempo que finalizó diciendo que el objetivo de la asociación sigue siendo las "cero víctimas".

Educación

La subdelegada del Gobierno, Maica Larriba, también incidió en la necesidad de incluir la seguridad vial en la educación a los escolares "porque ellos van a ser los conductores y conductoras de un futuro muy cercano".

"Las campañas que nos recuerdan las consecuencias de un accidente de tráfico son muy necesarisa para incidir en todos y todas las conductoras que hoy vamos a circular por las calles y carreteras, pero también tenemos que preparar a nuestros jóvenes en la máxima del respecto y la seguridad al volante", explicó la Subdelegada. "Las administraciones tenemos un papel fundamental en este aspecto pero también todos y cada uno de los que formamos esta sociedad".