Los movimientos en Pontevedra permanece en constante cambio. Actualmente la emigración al extranjero se estanca y ya casi iguala al número de retornados. Sin embargo, en la actualidad siguen siendo muchas las personas que encuentran en otras comunidades o en otros países el trabajo y la vida que Galicia aún le niega.

Óscar Farto: "Ahora lo que era mi hobby en Pontevedra es por fin mi profesión oficial en Australia"

Óscar Farto

Al pontevedrés Óscar Farto la oportunidad en el extranjero le lleguó de la mano del deporte. Trabajaba como director de un conocido centro deportivo en Pontevedra cuando le propusieron ponerse al frente del Richmond Succer Club en Melbourne, Australia. Las condiciones fueron tan buenas que no se resistió. Ahora reconoce que fue una buena decisión.

"Antes mi profesión era mi hobby, ahora es mi trabajo oficial", asegura.

Y es que Farto ya tenía experiencia entrenando, puesto que estaba al frente del Marín.

"Entrenaba niños pero aquí me propusieron un proyecto nuevo con jugadores profesionales", celebra. Fue una oportunidad a la que pocos se hubieran resistido. Sin ataduras en su ciudad, hizo las maletas y voló a las Antípodas hace ya casi un año.

La situación era todo un reto, ya que el club corría el riesgo de desaparecer debido a una cuestión de impagos. Llegaron jugadores de fuera de Australia y comenzó el trabajo duro.

Óscar Farto comenzó como asistente, segundo entrenador, y preparador físico, pero ahora ya figura como el entrenador oficial. Los buenos resultados, de la mano del pontevedrés, no se han hecho esperar y el equipo ha quedado ya segundo esta temporada.

En realidad, el técnico tenía intención de estar un año en la isla continente. "De hecho, pedí una excedencia en el trabajo por un año, pero el pasado agosto me ofrecieron aquí quedarme a largo plazo", cuenta.

Mejores condiciones

Obviamente, sus condiciones económicas son mucho mejores ahora. "Pero es que en mi caso, además, me pagan la casa, los recibos, el coche... Lo más caro de vivir aquí es la vivienda, porque solo una semana en un piso en un rascacielos en Melbourne son ya cerca de 400 euros", aclara.

Como pontevedrés no puede evitar confesar que siempre echa de menos a su ciudad. "Eso es inevitable, la familia, los amigos... pero es que aquí estoy muy contento con las condiciones que tengo. Antes para dedicarme a mi profesión lo tenía que hacer fuera del horario laboral, y era mi hobby. Ahora lo que era mi hobby en Pontevedra es mi profesión por fin en Australia", manifiesta.

Lorena González: "Las salidas laborales en Londres son mucho más interesantes"

Lorena González

Lorena González se dedica al turismo. Vive en Londres, donde en la actualidad puede trabajar en su sector. No fue siempre así, ya que también ha estado empleada en tiendas de ropa.

Viajó por primera vez a la capital británica en 2004, cuando estuvo tres meses. Regresaría en 2007 y hasta 2009 trabajaría en hostelería y perfeccionaría su inglés. Después de ir y venir y trabajar tanto en turismo como en hostelería en Pontevedra y el resto de Galicia, se instaló de forma estable en Londres en el año 2014, donde sigue a día de hoy.

"Toqué todos los palos. Comencé con Inditex, en Zara, y después me fui a Massimo Dutti. También trabajé en Guess y ahora he regresado a mi sector, el turismo", explica.

"Decidí venirme, porque cuando estuve antes lo hice para mejorar el idioma. En 2010 estuve en la oficina de turismo de Caldas de Reis por el Xacobeo los meses de verano y el resto del año como guía turística, hasta 2014 viví en Pontevedra", resume.

El problema en su profesión es que se trata de un trabajo de carácter muy estacional, asegura, de ahí que tomase la decisión de volar de nuevo.

Su pareja, pontevedrés, vive con ella, por lo que la posibilidad de regresar a la Boa Vila está ahora un poquito más lejos.

"Yo ahora he encontrado un trabajo en mi campo para Transport London, la empresa del aeropuerto. Trabajo en el centro de visitantes y doy información turística y gestiono todas las entradas a lugares de interés de la ciudad", cuenta.

Hace algo más de un año que puede dedicarse a aquello para lo que se formó, de ahí que la tentación de regresar sea menor.

Además, destaca que en Londres, "a nivel laboral los derechos de los trabajadores se respetan". "Los sueldos son más elevados, pero también hay que tener en cuenta que el nivel de vida es mucho más caro", añade.

"Las salidas laborales, en cualquier caso, son mucho más interesantes aquí", reconoce.

"La distancia ahora para mí ya no es tanta, sobre todo desde que trabajo en el aeropuerto. En una hora o dos estoy en Galicia. Regresar siempre es una opción, porque es mi tierra, pero ahora laboralmente estoy muy satisfecha aquí", concluye.

Merchi Puente: "Hasta hace poco en Madrid tenías la posibilidad de cambiar de trabajo para mejorar"

Merchi Puente

La pontevedresa Merchi Puente lleva una década fuera de Pontevedra. Actualmente vive en San Fernando de Henares, un municipio al este de la Comunidad de Madrid, a menos de 20 kilómetros del centro. Trabaja como financiera, ya que estudió Administración y Dirección de Empresas en la Universidade de Vigo y realizó el Erasmus en su carrera en Francia. Fue allí donde conoció a su pareja, francés natural de Martinica, con el que está casada y tienen dos hijas, Chloé, de nueve años, y Maia, de casi tres meses.

La pareja ya vivió en Francia y en Cataluña, en Girona. Después de unos años en Pontevedra decidieron instalarse en Madrid, ya que fue él quien encontró primero trabajo.

"Primero se fue él en 2007 y en 2008 yo. Desde entonces ambos hemos trabajado siempre", asegura.

"La cuestión es que aquí en Madrid, por lo menos hasta hace poco, tenías muchas más posibilidades de cambiar de trabajo para mejorar, como ocurría en Galicia hace muchos años. Además, aquí hay más oferta y tienes más estabilidad porque nosotros siempre hemos tenido contratos de carácter indefinido", explica Merchi Puente.

Asimismo, indica, las condiciones laborales, especialmente en cuanto a salario, son mejores.

Ha sido esta estabilidad la que les llevó a comprarse un piso en San Fernando de Henares. "Vivimos a menos de 20 kilómetros del centro y tenemos mucha calidad de vida, como en Pontevedra. En este pueblo tenemos de todo: colegio, hospital, teatro... y todos los servicios: supermercado, lugares de ocio... Podemos ir a todas partes andando", reconoce.

Eso no quiere decir que no eche de menos su ciudad natal. "Siempre piensas en volver y en que algún día podrás hacerlo, pero por ahora no será", confiesa.

Lo que más echa de menos es a su familia y a sus amigos, de ahí que siempre que puede se hace alguna escapada a la Boa Vila.