El ourensano Jorge G.C. era el encargado de coordinar el trabajo de los integrantes gallegos de la red de narcotraficantes desarticulada el jueves por los Greco de la Policía Nacional entre Ribadumia, Pontevedra y Madrid. Así lo afirman al menos fuentes conocedoras del caso, que señalan que Jorge G.C. hacía además de nexo entre los gallegos y los sudamericanos, que eran los dueños de la cocaína.

Jorge G.C. era muy conocido por sus vínculos con la industria musical y la promoción de conciertos cuando fue detenido por primera vez a mediados de 2013, por su presunta relación con el "Riptide", un barco que transportaba tres toneladas de cocaína desde Venezuela a Galicia. Un caso en el que también se vio envuelto el arousano Marcos Vigo y que, sin embargo, daría un giro tiempo después en favor de Jorge G.C., ya que se retiró la acusación contra él y ya no llegó a ser juzgado.

En la operación estallada este jueves fueron detenidas 15 personas, y está previsto que pasen a disposición judicial en la Audiencia Nacional a partir de esta mañana. Entre los arrestados hay al menos dos vecinos de Ribadumia, Ramiro Feijoo y Camilo Outón.

El operativo ha permitido la incautación de unos 650 kilos de cocaína, que habría alcanzado un valor de unos 20 millones de euros en el mercado negro. También se ha localizado dinero en efectivo. Según fuentes consultadas, en el domicilio de uno de los investigados de Ribadumia habrían aparecido 100.000 euros en metálico.

La operación se inició a raíz de un "chivatazo" de la agencia antidroga de Estados Unidos, la DEA, y se materializó el jueves cuando presuntamente la parte de la banda encargada de alijar la droga en Galicia y de guardarla durante un tiempo se la iba a entregar a sus propietarios, llegados de Madrid.

Así, fuentes solventes indican que algunos de los arrestados se habían alojado en un hotel de Pontevedra, donde serían arrestados. Mientras, otros acudieron al chalé de la avenida de Buenos Aires, también en Pontevedra, donde iban a recoger la mercancía, con la presunta intención de esconderla en el doble fondo de un coche. Habría sido en ese momento cuando los GEO irrumpieron en el interior del chalé y procedieron a las primeras detenciones.

Tras dedicar la jornada del jueves a completar las diligencias y a tomar una primera declaración a los investigados, durante la mañana de ayer se procedió al traslado de los detenidos a Madrid. Los de Pontevedra salieron a mediodía desde la Comisaría de la capital provincial en un furgón, donde iban media docena de detenidos, y en un coche camuflado. Los vehículos llevaban las placas de matrículas ocultas.

Supuestamente, la organización gallego-colombiana respondía al esquema de trabajo que se ha impuesto en los últimos años, de modo que los gallegos actúan como meros transportistas de la droga, y se limitan a custodiarla un tiempo una vez en tierra. Un trabajo por el que cobran una comisión. Entre tanto, los colombianos siguen siendo los propietarios de la mercancía, y los encargados de su distribución tanto al por mayor como para el futuro menudeo. La banda desarticulada el jueves haría dicha distribución desde Madrid.