Desde que en octubre del año pasado se inició esta investigación tras la localización en Vilaboa de este material pedófilo, la Guardia Civil de Pontevedra ha tenido también que ir sorteando las importantes medidas de seguridad que adoptaban los miembros de estos grupos, como encriptación de los mensajes y otras modernas técnicas para evitar ser rastreados por las fuerzas de seguridad.

Una de las novedades de este operativo es que se centre en el "Whatsapp". Y es que una de las vías hasta hace unos años para compartir archivos por parte de los pedófilos eran las redes de descarga tipo "P2P" o "Peer to Peer".

Fuentes conocedoras de la lucha contra la ciberdelincuencia señalan que en la actualidad los pedófilos, así como el resto de actividades ilícitas en la web, están fugándose a plataformas que consideran más seguras, como pueden ser la denominada "Red Tor". Este es el acrónimo de "The Onión Router", un universo digital en capas, al igual que una cebolla, que sirve para ocultar actividades también oscuras o ilegales.

En esta "Dark Net", o internet oscura, habían también encontrado una especie de santuario los pedófilos, hasta que se han encontrado con que las fuerzas de seguridad los han perseguido también hasta allí. Así, por ejemplo, en el año 2016 la Comandancia de Pontevedra también asestaba un duro golpe a la distribución de pornografía infantil a través de la esta red oscura que permitió la detención de ocho personas.

Prevención

Ahora, las medidas de prevención y detección de riesgos llevadas a cabo por los efectivos del equipo de delincuencia tecnológica de la Guardia Civil les ha llevado a buscar también la actividad de estos grupos de pedófilos en otras herramientas que ofrece la red como es el servicio de mensajería de Whatsapp. De esta forma, lanzan el mensaje a los pedófilos de que no podrán realizar esta actividad de forma impune de ningún modo.