La planta de Placeres "presenta múltiples problemas en distintas partes de su proceso y cuenta con un gran número de elementos que superan los 25 años en funcionamiento", pero "el principal problema se encuentra en su tratamiento secundario, que no consigue ninguna mejora en la calidad del efluente. Debido a estos problemas de diseño, se limita el caudal de entrada del reactor a 1.400 m3/h, aproximadamente el 50% del caudal de diseño de la planta. La ausencia de rendimiento de depuración del secundario impide el funcionamiento de la desinfección ultravioleta existente. Además, como solo el caudal procedente del biológico pasa a través del ultravioleta al mezclarse con la parte del caudal de primarios, en el efluente conjunto no se notaría ninguna mejora en la contaminación bacteriológica".

Por otro lado, se indica que "en tiempo de lluvia, la depuradora presenta un problema de capacidad dado que el caudal máximo de diseño es insuficiente para las necesidades en tiempo de lluvia, además de que la red existente es unitaria pero sus colectores y bombeos generales no se encuentran diseñados para la gestión de aguas residuales unitarias en tiempo de lluvia lo que provoca frecuentes alivios".

Es decir, "no existe una concepción global del sistema. No hay una relación entre la capacidad de los bombeos de Pontevedra (Cocheras), Poio (Froiz) y Marín (Lonja) que impulsa el agua a la planta El valor total de estos bombeos así como una serie de colectores secundarios que se suman a los anteriores de la zona de Estribela, Lourizán y el Puerto de Marín representan un valor del orden de 2.000 l/s, mientras la capacidad de diseño de proyecto es de 900 l/s (si bien como se ha explicado por sus problemas de diseño no es capaz de tratarlos).