Este año no habrá incertidumbre en el BNG para aprobar el presupuesto municipal de 2019. El borrador económico del próximo año, de 76,3 millones de euros, fue entregado ayer a todos los grupos políticos y apenas una hora después el gobierno local sabía que podría sacarlo adelante. Luís Rei, portavoz de Marea, adelantaba que su formación volverá a abstenerse, por tercer ejercicio consecutivo, lo que convierte los doce votos del Bloque en la corporación en suficientes para salvar el trámite sin apuros.

"Son una fotocopia de todos los anteriores, que nos gustaban por su agenda social", apuntó ayer Rei nada más recibir la documentación, por lo que "anuncio, para tranquilidad de todos, que nos vamos a abstener". Eso sí, no ocultó su malestar por los "incumplimientos" de los acuerdos de presupuestos pasados y dejó claro que esta abstención solo tiene un objetivo: No perder el tiempo ahora en negociaciones para disponer de inmediato "de un marco de números generales cuyo cuadro los pintaremos a partir de mayo", en referencia a las elecciones municipales y el peso que Marea pueda ganar en la próxima corporación. Será después de las elecciones cuanto "se cambiarán mediante modificaciones presupuestarias" estas cifras para "tener un documento real".

Antes de final de año

El gobierno local supo que no tendrá problemas para aprobar el presupuesto municipal de 2019 apenas una hora después de entregarlo. Aunque todos los demás grupos (PP, PSOE y Ciudadanos) ya se mostraban ayer contrarios a estas cifras, a la espera de un análisis en profundidad, Rei anunciaba de inmediato su abstención en público y poco después se reunía con el BNG para explicar su postura al gobierno local.

Con una cifra global de 76,3 millones de euros, de los que unos doce se destinan a inversiones, todo apunta a que este borrador se convertirá en definitivo en cuestión de semanas, probablemente en diciembre.

"Por nosotros, se podían llevar ya al pleno de este viernes", dijo ayer Luís Rei porque, según insistió, el "verdadero documento vendrá a partir de mayo de 2019", después de las elecciones municipales, en las que espera obtener los apoyos suficientes para ejecutar unas cuentas acordes a sus políticas.

Minutos antes era el concejal de Facenda, Raimundo González Carballo, el que desgranaba las grandes cifras del borrador. Sobre un total de 76,3 millones, todos los capítulos generales elevan sus cifras. Así, el apartado de personal llega hasta los 23 millones; el e gasto corriente se sitúa en los 32,5 millones; se destinan otros cinco millones para transferencias (tanto del Pazo como de Turismo y por otras vías); 12 millones para inversiones; y 1,7 millones a la amortización de préstamos e intereses.

González Carballo expresaba su confianza en resolver este tramite en poco tiempo y descartaba que la proximidad de las elecciones vaya a suponer un obstáculo en ese camino. "Tenemos confianza en que se puedan aprobar, no tanto por las elecciones, que son un factor más pero no fundamental, como por su contenido".

Y como ese contenido es básicamente similar al de los dos presupuestos anteriores, Marea se inclina por la misma postura que entonces. De hecho, Rei calificó de "coherente" su apuesta por la abstención por tercer año consecutivo: "Este borrador presupuestario es muy similar al de los dos últimos años, aunque nuevas propuestas no se han cumplido hasta ahora. Vuelven a incluirlas, por lo que nos abstendremos otra vez".

En realidad, Marea considera este documento como unas cuentas provisionales que serán revisadas por completo tras las elecciones municipales, en función de sus resultados, de ahí que aplace hasta entonces cualquier posible negociación. Al respecto, dejó claro que "la diferencia es que hasta ahora dependíamos de la voluntad del gobierno local para sacar adelante los acuerdos y ahora vamos a esperarlos para mayo de 2019".

Críticas

En todo caso, la formación rupturista no se ahorró críticas al gobierno local por la "escasa ejecución" de los compromisos anteriores. Recordó que en esas cuentas "había un plan de empleo juvenil de 500.000 euros de los que no se gastó ni un euro, la renta social tenía más de 400.000 euros y aún está sin utilizar y había un acuerdo para que Pontevedra se adhiera al plan de transporte metropolitano con 150.000 euros y no hay avance alguno".

"Las mejoras en barrios y parroquias -añade Rei- están sin concretar y el BNG muestra un problema de gestión y poca diligencia con sus propios asuntos, como lo demuestra que aún no comenzaron las obras de restauración del puente de O Burgo, su proyecto estrella del mandato".