El alcalde de Barro, Xosé Manuel Abraldes, ha solicitado una reunión con la Consellería de Infraestruturas para tratar los problemas de seguridad vial en la PO-531, a su paso por el lugar de Outeda. El antiguo tramo de esa carretera entre la iglesia de Curro y el acceso al polígono industrial de Barro representa, según el gobierno local, "un peligro diario para el tránsito de los peatones en su entorno al carecer de aceras y medidas para el calmado de la circulación de los vehículos". Asimismo, subrayan desde el consistorio, también representa un peligro evidente en la salida y entrada de vehículos en las propiedades de los vecinos del lugar.

El gobierno local argumenta que en su día, la Consellería de Infraestruturas prometió actuar en este tramo para urbanizarlo y dar mayor seguridad a peatones y vehículos, "pero a día de hoy todavía no se llevó a cabo ninguna actuación por parte de la Xunta de Galicia", dice el regidor.

Calmado de tráfico

La Corporación municipal de Barro aprobó por unanimidad en el pleno del 27 de septiembre una moción, presentada por el gobierno local, demandando a la Consellería de Infraestruturas e Vivenda que habilite medidas para el calmado del tráfico y otras acutaciones que den seguridad a las personas que circulan y cruzan en esa carretera.

El alcalde, Xosé Manuel Fernández Abraldes, ha pedido una reunión con la conselleira para expresarle la preocupación tanto de la corporación municipal como de los vecinos de Curro ante el peligro que representa la situación de la PO-531 y también para saber qué medidas piensa acometer la Xunta de Galicia para solucionar el problema.