Una unidad multidisciplinar de endometriosis en el área sanitaria de Pontevedra. Eso es lo que piden las pacientes diagnosticadas y asociadas en el colectivo QuerEndo, que hasta el momento hacen frente a una enfermedad desconocida por la mayor parte de la población, incluida la femenina, sin que haya profesionales médicos especialistas que las atiendan.

Y es que según asegura Iria Villar, presidenta de QuerEndo, muchos de los ginecólogos que tratan inicialmente a las pacientes "ni siquiera valoran la posibilidad de que estén padeciendo esta enfermedad", que se manifiesta con un dolor muy intenso y puede afectar a diferentes órganos.

La endometriosis es una enfermedad benigna que afecta a las mujeres durante su vida reproductiva y cuya evolución es imprevisible. "Es una enfermedad ginecológica, pero requiere cierta experiencia para diagnosticarla y para hacerle seguimiento", explica Iria Villar, quien asegura que la media para llegar al diagnóstico es de 8 años. "Carecer de médicos especializados y de una unidad a la que te deriven para contemplar la posibilidad de que estés padeciendo endometriosis, supone que te pasas 8 años con mucho dolor e incertidumbre; con una calidad de vida muy mala".

Para ser escuchadas, las mujeres de QuerEndo están recurriendo a todas las administraciones posibles. Lograron que se aprobara en la Diputación de Pontevedra y continúan con su intento en todos los concellos de la provincia.

"Hay una consulta especializada en el Álvaro Cunqueiro y otras dos en Ourense y A Coruña. Pero queremos más. Queremos unidades multidisciplinares integradas por un cirujanos especialistas, y equipos de digestivo, de fertilidad, de psicología, de fisioterapeutaas y de dolor crónico", apunta Iria Villar.

La petición está avalada por las cifras. 27.000 mujeres de la provincia de Pontevedra la padecen, y de ellas, más de 4.000, en forma severa. "Una de cada diez mujeres en edad fértil tiene endometriosis".

"Infértiles unas, otras con el intestino reseccionado, outras sin un riñón... Muchas con la vida seriamente dañada por un dolor cronificado, por no ser atendidas en tiempo y forma. La mayoría vieron como en algún momento no se hacía caso de su dolor. Vieron que no se reflejaba lo que ellas contaban en la historia clínica y que cuando finalmente conseguían el diagnóstico, esa historia clínica pasaba por encima de los síntomas que ellas relataran y que las consideraban pacientes asintomáticas", explica Iria Vilar.

La presidenta de QuerEndo considera la endometriosis como una enfermedad de género, que precisamente por ser padecida exclusivamente por mujeres ha sido desoída. "Las mujeres seguimos teniendo dificultades para ser escuchadas en las consultas. A las mujeres se nos hacen menos pruebas diagnósticas y se nos recetan más psicofármacos", explica.

Las mujeres con endometriosis han decidido allanar el camino a las nuevas generaciones, tratando de conseguir una atención médica especializada para esta dolencia. "Las mujeres que hoy estamos diagnosticadas no os vamos a dejar solas como estuvimos nosotras", concluye Iria Villar.