Un informe de Inspección de Trabajo considera que las actuales instalaciones de la Policía Local de Pontevedra son inadecuadas para la prestación del servicio. El inspector sugiere una reflexión sobre la idoneidad de las instalaciones y sobre la necesidad de buscar otro lugar de trabajo para el Servicio, puesto que "parte de las medidas coyunturales que se aprueben, con el consiguiente coste económico, no van a solucionar las deficiencias existentes", refleja el informe.

Son muchos los incumplimientos detectados por el inspector de Trabajo, que visitó los bajos del Pazo da Cultura el pasado mes de septiembre en respuesta a una denuncia presentada por Comisiones Obreras y que sugiere 15 medidas preventivas que el Concello debe acometer con urgencia para garantizar la seguridad de la plantilla de la Policía Local.

Una de las cuestiones que urge modificar es la situación de los armeros, armarios en los que se almacenan 80 armas, y que se encuentran en medio de un pasillo en el que pueden coincidir 40 agentes en los cambios de turno. Lo mismo ocurre con la "zona fría", una caseta en la que los agentes comprueban el estado del arma antes de comenzar el servicio, y que también está en un corredor.

En el vestuario masculino, ubicado en medio de un pasillo que además forma parte de una zona de evacuación, el inspector detectó que una plantilla de 100 efectivos dispone de 2 aseos, 3 lavabos y 5 duchas cuyo acceso es a través de una puerta de aluminio blanco con luz insuficiente. El informe destaca también que las dimensiones de los vestuarios son tan reducidas que los mandos se ven obligados a cambiarse en sus despachos, donde habilitaron una zona de taquillas. El inspector sugiere corregir esta situación.

A mayores insta la elaboración de un Plan de Emergencia, adoptar medidas para el cumplimiento de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, la elaboración de un estudio previo de las Condiciones Psicosociales y, en base a sus resultados, elaborar una evacuación específica que cumpla la guía específica.

De todo ello dieron cuenta los delegados de Comisiones Obreras, que aseguran que las deficiencias en las instalaciones vienen siendo denunciadas por esta central desde el año 2008. Consideran que obedecen a problemas estructurales del edificio de difícil solución. Por ello, instan al Concello a buscar una ubicación más adecuada para la prestación del Servicio, mediante adquisición o alquiler, ofreciendo una solución similar a la hallada para las oficinas administrativas con la compra del edificio de la calle Herreros.