El emblemático Pazo de Lourizán sufrió este pasado fin de semana un acto vandálico por parte de unos desconocidos que irrumpieron en el lugar y causaron daños en el inmueble.

Los vándalos accedieron al edificio tras destrozar una puerta de cristal y una vez dentro aprovecharon para hacer botellón y realizar pintadas en las paredes.

Este edificio permanece en estado de abandono por las discrepancias entre Diputación, (propietaria del inmueble), y Xunta (su actual usuario) en su mantenimiento.