Los constantes aumentos del peaje de la AP-9 entre Pontevedra y Vigo y la sustancial mejora de la carretera N-554 tras una profunda remodelación de su trazado, convirtieron a este vial que atraviesa Vilaboa en la alternativa gratuita por excelencia de la autopista, por delante incluso de la tradicional N-550, desde que en 2006 se eliminó el peaje para cruzar el puente de Rande desde O Morrazo.

Hasta ese año, la N-554 recibía entre 5.000 y 7.000 coches diarios, en su mayoría de tráfico interno, pero a partir de 2006 se disparó su uso hasta los 10.000 vehículos cada jornada. El récord se alcanzó en 2012, con 10.634, pero este vial se ha estancado en esos valores, sin apenas oscilación.

Con apenas 10 kilómetros de longitud, esta carretera conecta las afueras de Pontevedra (en la zona de Figueirido) con las mismas puertas de Rande, entre Vilaboa y Moaña, donde se puede acceder a la autopista y llegar hasta Vigo sin abonar tasa alguna.

Otra carretera de titularidad estatal donde no aumentan, ni mucho menos, los tráficos, sino todo lo contrario es la N-541 entre Pontevedra y Ourense.

Hace cinco años eran unos 8.000 los vehículos que utilizaban ese vial en Mourente y Bora, pero ahora apenas son 7.100 en un tramo en obras desde hace meses para eliminar curvas, cambiar trazados e instalar glorietas y aceras. El uso es aún menor -apenas 4.000 coches diarios- en Cotobade, con una reforma motivo de conflicto vecinal.