Con solo 26 años, Tamara Andrés ha sido reconocida como segunda finalista del Premio Nacional de Poesía Joven "Miguel Hernández" por su poemario "O corpo de Antiochia". Implicada en la vida social de su Combarro natal, reflexiona sobre la importancia de la identidad del pueblo pero también de lo complicado que es vivir de la poesía, a la que considera "un hobby" pese a haber sido distinguida como una de las mejores poetas jóvenes de España.

-Ha sido reconocida como segunda finalista del Premio Nacional de Poesía Joven "Miguel Hernández". ¿Qué siente?

-Para mí fue una alegría inmensa porque nunca piensa a dónde lanzas esos escritos. Cuando de repente te llaman para decirte que se juzgó a tu poemario ya a nivel estatal, en una red que va más allá del ámbito gallego, como poco, es una sorpresa. Es como pasar una frontera que con la que no contaba.

-Se puso en contacto contigo Fina Casalderrey para comunicárselo. ¿Se esperaba algo así?

-Yo conocía a Fina como admiradora antes de todo esto. En los vermús literarios que organizo con ACEM Armadiña en Combarro, la llamé para ver si podía ser la invitada de honor que hicimos en mayo. Vino y fue una de las conversaciones más bonitas que tuve en mi vida y establecimos un lazo muy bonito ese día. Entonces ayer (por el martes), me llamó para mí fue muy sorprendente que me comunicara ella que quedara finalista, porque siempre la admiré como mujer y escritora. Es todo un lujo, un honor. Son las Reales Academias las que seleccionan las que pueden optar al premio y fue la Real Academia Galega la que propuso este poemario. Ni sabía que lo estaban valorando.

-Lo ha logrado con su obra "O corpo de Antiochia". ¿Qué podemos encontrar en esta obra?

-Para mí "O corpo de Antiochia" supone una madurez. Encontré una voz propia para empezar a desarrollar. Es un primero poemario que escribe una Tamara adulta, por decirlo de algún modo. Todavía queda mucho que madurar, pero es una voz con la que me quiero identificar. Entonces, que valoren como finalista de un premio tan importante un trabajo en el que te identificas y consideres que es lo que quieres ser, es muy grande. Las temáticas son muchas y sobre todo tiene una temática social, porque fue escrito como una denuncia de muchos elementos externos que yo no comprendía y fue un modo de volcar toda esa rabia, esa incomprensión.

-¿Qué es lo que critica más de esta sociedad?

--"O corpo de Antiochia" habla mucho de la memoria. No la tenemos y cada vez menos y no trabajamos tanto desde lo local. Tenemos unas pretensiones internacionales que hacen que pongamos los ojos donde a lo mejor no nos corresponde. Deberíamos partir desde la base. Saber qué somos nosotros y construir desde ahí y a partir de ahí, mirar a otros lados, pero siempre desde la base.

-Eso empieza por cambiar en el lugar en el que vives. ¿Influyó mucho su implicación en Armadiña?

-Muchísimo. La asociación Armadiña fue algo que me cambió el hecho de ver el mundo. En la escritura también. De repente me di cuenta de que no sabía nada de mi propio pueblo. Ahora mismo es algo en lo que estoy insistiendo mucho. ¿Por qué hay cruceiros, hórreos? ¿Por qué Combarro es cómo es? Tiene una explicación histórica que yo no entendía. Pero no solo yo, la juventud no sabe la historia de nosotros mismos. Creo que es lo que puedo empezar a entender un poco. Ya que tengo voz, puedo escribir libros y la suerte de que hay gente que hace caso y me escucha, qué menos que compartir esta semilla.

-¿Su implicación en la asociación es complementaria?

-Es complementaria. Va de la mano de esta necesidad que decía. Armadiña hace muchas cosas. Quizá las más importantes sean el festival de rock, el certamen de cortos y también el festival de poesía y vermús literarios. Se unen música, audiovisual y literatura en un triángulo que a mi me nutre mucho. Me aporta mucho a la hora de escribir. Pero también con otras actividades paralelas. Estamos hablando de historia, identidad de este pueblo.

-Cuéntenos, ¿qué significa para usted René Magritte?

-René Magritte para mí significó muchísimas cosas. Podríamos estar hablando horas. Mi familia es de Combarro y emigraron a Bruselas y después volvieron y yo nací aquí y viví con esa idea de la emigración como algo bueno. Tuvieron muy buena vida en Bruselas, con una libertad que aquí no había. Combarro era una aldea al lado de esa ciudad como Bruselas. Siempre nací con la idea de querer ir allá, porque supuestamente era mejor. Esto está conectado con lo de la memoria. Pero en Bruselas pasaron muchas cosas como la época de los refugiados, los atentados... y volví y la ciudad estaba horrorosa, irreconocible. Fue cuando empecé a participar en todas las actividades de aquí y ya no quería marchar porque me llevé una decepción grande. Puse los ojos aquí. Y en Bruselas estaba René Magritte, que me abrió muchas puertas. Más allá de ser pintor era un teórico de la palabra, de la filosofía. Tiene unos escritos que para mí tienen la llave de todo: el manifiesto del Amentalista. Es amentalista, el que busca la luz a través del misterio. Es dónde me identifico.

-¿Es importante ese misterio?

-El misterio es la llave de la poesía. Detrás de cada poesía tiene que haber misterio. No un críptico, pero si dejar muchas puertas ocultas. Es lo que más me gusta de la poesía.

-¿Cómo está el sector de la poesía?

-Creo que muy bien, pero no llega a ser una profesión. No está profesionalizado. Aunque hay calidad, no se puede vivir de ello. Con la escritura en general, es difícil vivir de ello. Aunque la poesía me da muchas alegrías, no deja de ser un hobby. No es nada más. Vivir como poeta es imposible. Vivo bien, contenta, porque hace tiempo que asumí que lo de escribir es una afición.

--¿Cuál será su próximo trabajo?

-En marzo sale un poemario que está destinado a otro público diferente, es algo totalmente distinto. Se llama "Irmá paxaro" que fue finalista del premio Victoria Moreno. Es un poemario dedicado íntegramente a mi hermana Paula se fue a Madrid y lo viví como una pérdida, a pesar de que Madrid está ahí al lado. Estamos las dos en el poemario, pero no somos nosotras. Hay algún detalle y son poesías, pero hay una narrativa detrás de toda la poética que escribo y esta es la historia de dos hermanas.