Un inspector de la Agencia Tributaria que declaró esta mañana como perito en el juicio contra el narcotraficante José Ramón Prado Bugallo, Sito Miñanco, y varios familiares acusados de un delito de blanqueo de dinero, afirmó que el patrimonio de la inmobiliaria San Saturnino y las propiedades de sus titulares era incoherente con las rentas declaradas por la sociedad.

Las defensas han tratado de desvirtuar el contenido de este informe al reconocer su autor que se trata de una "interpretación" de la información que obra en la Agencia Tributaria, sin analizar los datos bancarios y de patrimonio de los investigados, y que no es "una investigación exhaustiva".

Este perito ha explicado que su informe partió de una investigación genérica en 2007 sobre bienes suntuarios en la comarca de O Salnés en la que fueron analizados cientos de inmuebles, tanto en Vilagarcía como en Cambados, varios de los cuales estaban a nombre de la inmobiliaria San Saturnino. Entonces, se puso el foco en si estaba justificado el patrimonio de esta sociedad, concretamente un edificio en Cambados y unas naves alquiladas a Astilleros O Facho, y la conclusión es que no lo estaba. "No había coherencia entre las rentas declaradas y el patrimonio inmobiliario", ha resumido este perito, quien ha añadido: "de repente en esa sociedad se colocaron muchos bienes inmobiliarios". Entre estos figuran varios terrenos alrededor del astillero, un edificio y un chalé en Sanxenxo.

También ha explicado que se analizaron los ingresos y gastos de la inmobiliaria San Saturnino, y que desde 1993 hasta 2008 no se recurrió a vías de financiación ajena. "Otra cosa es que hubiera aportaciones que no aparecen en las cuentas, que hubiera activos ocultos", ha anotado.

Este perito ha indicado que al analizar la actividad de Astilleros O Facho se detectaron "muchas irregularidades" y que, de hecho, la sociedad "no parecía real", al punto de dudar de que fueran sus propietarios quienes figuraban oficialmente como tales, dos trabajadores.

Sobre la relación de Sito Miñanco con la inmobiliaria San Santurnino, ha indicado que se investigaron todas las posibles fuentes de financiación de la sociedad y que no encontraron ninguna, no solo del narcotraficante.

De su exmujer, María Rosa Pouso, dice el informe que sus ingresos eran "elevados" para la actividad que tenía la inmobiliaria, pero al menos eran declarados. Rosa María Prado, según este perito, tenía un ritmo de vida que "no era muy congruente" con sus fuentes de ingresos, un sueldo en Astilleros O Facho y los rendimientos de una batea que le compró a su abuela, ya que adquirió un chalé y una plaza de garaje en Sanxenxo, así como diferentes vehículos. A la misma conclusión llegó respecto a la excuñada de Sito Miñanco, Josefa Pouso.

El fiscal sostiene que la inmobiliaria San Saturnino, de la que Sito Miñanco y -posteriormente- su exmujer, María Rosa Pouso Navazas, fueron sus administradores, blanqueó diez millones de euros entre 1988 y 2007 mediante la adquisición de bienes inmuebles en diferentes municipios de la provincia de Pontevedra.

Sito Miñanco negó un día antes haber blanqueado dinero procedente del narcotráfico a través de la inmobiliaria, a la que, dijo, nunca aportó cantidad económica alguna.

También declaró que hasta que fue cesado como administrador en 1989, nunca tomó ninguna decisión ejecutiva en la sociedad ni compró propiedades "por decisión mía". En su declaración ante el tribunal, el narcotraficante defendió que no tuvo "nada que ver" con la constitución de esta sociedad inmobiliaria, de la que se puso al frente porque su cuñada tenía "mucha confianza" en él y le "pidió el favor".

En aquella época, expuso Sito Miñanco, su principal actividad era una empresa con sede en Bélgica que se dedicaba a la importación y exportación de tabaco principalmente a países africanos, un negocio que, aseguró, era "muy rentable" y con el que abrió una ruta a Panamá buscando tabaco más barato.

"Con los cigarrillos se ganaba mucho dinero", dijo, Miñanco, quien reiteró que hasta 1991, cuando fue detenido por su relación con un alijo de 100 kilos de cocaína, "no toqué nada que no fuese tabaco".

El juicio, que se celebra en la Audiencia de Pontevedra, proseguirá el próximo lunes con la declaración de más peritos.