En mayo de 2003 el Concello y la ya desaparecida empresa Tafisa firmaban el convenio urbanístico por el que la histórica fábrica de tableros abandonada la orilla del Lérez y esos 100.000 metros cuadrados se recalificaban para levantar más de media docena de inmuebles y unas 700 viviendas. Quince años después, repletos de obstáculos, campos de propietarios, retrasos y una crisis inmobiliaria que dejó en la cuneta numerosos proyectos residenciales en esas parcelas, el Concello otorgó ayer la primera licencia urbanística en firme para edificar en una urbanización que a día de hoy sigue totalmente vacía.

Ni siquiera se ejecutó el Edificio das Artes pactado con la Universidade de Vigo y tanto su solar como otro de titularidad municipal destinado a un hotel son ahora aparcamientos disuasorios.

La autorización urbanística aprobada ayer corresponde a una promoción de dos edificios unidos entre sí y ubicado frente al río de la empresa Metrovacesa, cuyo principal accionista es el Banco de Santander. La licencia concedida ayer permite ejecutar 92 viviendas con sus correspondientes trasteros, así como 189 plazas de garaje. Además, dispondrá de servicios comunes para los residentes como local social, piscina o gimnasio.

Otras iniciativas

El gobierno local interpretó ayer este permiso como una "muestra" de la recuperación del sector inmobiliario y de la construcción en la ciudad, al recordar que ya se ejecutan otros edificios de viviendas en Joaquín Costa, Pintor Laxeiro o Josefina Arruti.

Metrovacesa es una de las tres empresas promotoras e inmobiliarias de ámbito estatal y respaldadas por los algunos de los principales bancos del país que en los últimos meses impulsaron iniciativas residenciales en Tafisa. A principios de este año se conocía su proyecto de un bloque residencial de dos edificios unidos por el bajo y frente a la avenida de Buenos Aires.

Ya entonces estaba activa la promoción de las viviendas en la página web de la inmobiliaria, donde se bautizaba la promoción como Novolérez y se describía como un "complejo residencial de 92 viviendas de uno, dos, tres y cuatro dormitorios, con áticos con terrazas". Añade que "se compone de dos edificios de ocho plantas (bajo más seis más bajo cubierta) ubicados junto al río Lérez" y las viviendas "contarán con plazas de garaje y trastero y estarán dotadas de servicios comunes" entre los que cita "piscina climatizada, gimnasio, salón social y gourmet".

Paralelamente, se tramita el proyecto de otro bloque residencial, en este caso a cargo de Solvia, vinculada al Banco Sabadell, y Building Center, de CaixaBank,. Hace meses que se presentó en el Concello un estudio de detalle para ejecutar un edificio en forma de U -con bajo, seis plantas y aprovechamiento bajo cubierta- alrededor del actual parque infantil de la urbanización.

Con una edificabilidad de 25.700 metros cuadrados, permitiría crear un mínimo de 180 viviendas. El citado estudio de detalle ya fue aceptado por el Concello y tiene el objetivo de unificar el diseño de todo el inmueble. La parcela edificable en la que está previsto, de unos 4.600 metros cuadrados, está a nombre de tres propietarios distintos: las dos inmobiliarias citadas y Lar, el dueño original, con la que se negoció su incorporación al plan.

El Concello exigió que no se tratara de tres edificios estéticamente diferentes, sino que sean similares, de ahí el estudio de detalle para ello. Una vez aprobado, proseguirá la tramitación en los próximos meses y no hay un calendario concreto al respecto.

Hace más de cuatro años, a mediados de 2014, una empresa radicada en Cataluña protagonizaba el último intento, hasta el actual, de sacar adelante el proyecto residencial de Tafisa. Aquella iniciativa fracasó, como todas las anteriores durante la última década.