Los feligreses del Divino Salvador de Poio arroparon ayer a su párroco, Vicente Cerdeiriña, en los actos de homenaje con los que celebraron los 40 años de su llegada a esta parroquia.

Estos constaron de una misa que comenzó a las 11.30 horas y continuaron con la inauguración de una exposición en la que se repasa la historia de la evolución de la parroquia en estos 40 años, así como sus principales hitos, como la construcción del nuevo atrio parroquial, el nuevo templo o la adquisición de un bajo en A Caeira para local parroquial. Además de las muchas procesiones de las fiestas, misas y preparación para comuniones o matrimonios que se realizan en la parroquia. Y es que en todo este tiempo, un total de 1.284 niños fueron bautizados por el párroco, casi los mismos que recibieron la primera comunión de sus manos, o 357 matrimonios comenzaron su vida en común tras darse el "sí quiero" ante Vicente Cerdeiriña. También tuvo que despedir en entierros a más de 1.100 vecinos, acompañando a las familias en este difícil momento. Es por ello que no es de extrañar que los vecinos de la parroquia le agradeciesen ayer la labor realizada, así como él también quiso agradecer a toda la comunidad "estos 40 anos de convivencia".

Los actos incluyeron también la proyección de un vídeo sobre estos 40 años en la parroquia y se entregó un libro escrito por el propio Cerdeiriña con el discurrir de la vida parroquial en estas cuatro décadas en las que se distinguió también como un firme defensor del gallego en la iglesia.