"Muy positiva". Así valoraron los representantes de los comités de empresa de Ence en Pontevedra, Ignacio Acuña (Fábrica) y Ana Cedeira (Oficinas), la reunión que mantuvieron ayer en el complejo de Moncloa con la subdirectora del departamento de Asuntos Económicos de Presidencia, María Sobrino. Una reunión en la que, en cualquier caso, manifestaron al Gobierno su rechazo a la apertura de una mesa de diálogo para el traslado de Ence, tras insistir ante los responsables del gabinete de Pedro Sánchez en que el traslado de la factoría de Lourizán es "totalmente inviable".

Según explican, los representantes de los trabajadores de Ence salieron de Moncloa con el compromiso de que el Gobierno defenderá los puestos de trabajo que genera Ence, aunque desde ambos comités insistieron en que para que eso sea posible la única alternativa es "seguir en Lourizán".

Los dos comités hicieron entrega a la subdirectora del departamento de Asuntos Económicos de un dossier en el que se analiza el impacto económico que tiene la actividad de Ence en la comarca de Pontevedra y en Galicia, especialmente en la creación de empleo. "Estamos cansados de que en Galicia algunos partidos y colectivos minimicen el impacto real que tiene la factoría de Pontevedra en la economía", explicaba Ana Cedeira. Entre los datos aportados al Gobierno figura, por ejemplo, que actualmente están en nómina de Ence en Pontevedra un total de 409 personas, a los que hay que sumar a diario el trabajo de otras 230 personas que realizan actividades para empresas auxiliares, así como los 260 camiones que cada jornada entran con madera en la fábrica. Se trata de unos 800 empleos directos vinculados con la actividad de la compañía: "800 madres y padres de familia", indican desde ambos comités.

A mayores hay que sumar el empleo que se genera en otras 230 auxiliares que trabajan para Ence puntualmente (en la parada técnica anual o por necesidades de producción). A todo esto, explican, habría que sumar el impacto económico de Ence en el mundo rural y forestal. Sin ir más lejos, señalan que Ence compró madera en 2017 a más de 15 asociaciones y a 2.500 productores particulares.

Otro dato que trasladaron al Gobierno fue, por ejemplo, que solo en el pago de nóminas a sus 409 asalariados Ence deja en Pontevedra 23 millones de euros que repercute en el consumo en toda la comarca. "Es decir, casi un tercio del presupuesto municipal de Pontevedra", recuerda Ignacio Acuña. Contando las empresas auxiliares, la cifra podría situarse en torno a los 111 millones de euros, aseguran.

Por último, señalaron que a nivel medioambiental la fábrica de Ence no es la responsable de la situación de la ría de Pontevedra, sino que apuntan a la concentración de coliformes por el mal funcionamiento de la EDAR (o la ausencia de depuradoras en el resto de la ría) tal y como señalan las sentencias del Tribunal Europeo.

Por último, mostraron su preocupación por el hecho de que Ence vuelva a ser objeto de "lucha política" en las campañas electorales y más en concreto en las municipales. "Estamos hartos de que se utilice Ence políticamente para ganar unos votos", finalizó Cedeira.