El Concello de Caldas presentó un estudio con el que pretende duplicar la capacidad de la estación de tratamiento de agua potable (ETAP). Se trata de una propuesta con la que se pretende superar los problemas de captación, afectada por la situación del río Umia por la microcistina y el alga eggeria densa, así como tratamiento con la que mejorar el agua de la traída municipal tanto en términos cuantitativos como de calidad.

El estudio realizado por Espina y Delfín propone la ejecución de un proyecto valorado en 2.041.031 euros. El plan del gobierno local pasa por aprobarlo en el pleno, dándole traslado a la Xunta, al entender que la situación de la ETAP obedece a la situación del río Umia y sus problemas por la eggeria densa y la microcistina, por lo que afectaría a las consellerías de Infraestruturas, Sanidade y Medio Ambiente, así como a Augas de Galicia. "Entendemos que es un problema derivado de la situación del río y queremos establecer una línea de negociación y contacto, es un problema diferido de la existencia del encoro y su problemática", indicaba el alcalde, Juan Manuel Rey.

Según explicaba el regidor, se pretende ampliar la ETAP para "mejorar el servicio, que prevea un aumento de demanda y, sobre todo, que proteja el proceso de depuración ante posibles paradas". El alcalde reconoce que actualmente, debido a la escasa calidad del agua captada, la estación de tratamiento tiene que realizar varias veces el proceso de depuración hasta conseguir agua potable. "Se trata de garantizar el agua para los vecinos y se puede conseguir un agua mejor", señalaba Rey.

La ampliación de la ETAP se considera necesaria, especialmente en los meses de sequía, que es cuanto más tiene que trabajar debido a aproximadamente un 70% del agua captada procede del Umia, mientras que el resto lo hace de los manantiales situados en Paradivas, en la parroquia de San Andrés. Durante los meses de lluvia, la captación procede en su totalidad de estos manantiales. Además, en la época de sequía, los depósitos solo tienen margen para suministrar agua durante día y medio, es decir, que en el caso de una crisis en la que dejase de funcionar, solo se podría dar servicio durante ese tiempo sin tener que recurrir a medidas de emergencia.

La propuesta de ampliación de la EDAR contempla en las mejoras de la captación la ejecución de cuatro sondeos en el margen izquierdo del río, la instalación de bombas sumergibles, las conexiones de estas captaciones con la tubería existente y toda la instalación eléctrica. Es decir, que se centra en la instalación de pozos en la finca donde en 2011 se construyeron dos pozos filtrantes, en la orilla opuesta a la Carballeira y que preveían la instalación de bombeo e impulsión de esos pozos a la ETAP mediante una conducción de medio kilómetro de longitud con tubo de polietileno, pero que nunca llegó ser el medio de captación, del servicio municipal manteniéndose los manantiales de Paradivas y del río en Segade.

En cuanto a las mejoras contempladas para la ETAP destaca la sustitución de la cámara de ozono y un depósito que sustituya a las botellas actuales para este tipo de tratamiento, una cámara de contacto para el dióxido de carbono y una línea extra para el proceso de floculación similar a la existente que sirve para separar los materiales sólidos que arrastra el agua. También se incluyen bombas para el lavado de los filtros y diversas construcciones accesorias.

Mejoras en Paradivas

"A pesar de los contratiempos, siempre se sirvió agua potable y se dio servicio, incluso en época de sequía", destacaba Rey. En principio, no se trata de una única actuación, sino que cuentan con peridificar las intervenciones a fin de priorizar las inversiones.

A mayores, está previsto una puesta a punto de los manantiales de Paradivas. "Tan solo retrasos en Augas de Galicia y en algún tema administrativo nos están parando", explicaba Rey.

"Tarjeta amarilla" al BNG

El estudio de Espina y Delfín fue presentado por el comité de crisis del Umia, compuesto por el regidor y los portavoces de los grupos municipales Manuel González (PSOE), Manuel Cortés (PP) y Fernando Pérez (ICdR), con la excepción de Manuel Fariña (BNG), no invitado tras entregarle el pasado martes una botella de agua del río Umia a la conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, durante la firma de aprobación del PXOM, un gesto que molestó al resto de grupos municipales. "Es una tarjeta amarilla, no roja, una llamada de atención", señaló Rey utilizando el símil futbolístico, "seguimos contando con él, pero tenemos que todos a una, con consenso, no por libre", aclaró.