La semana comenzó con malas noticias para los implicados en el sector mejillonero de la comarca, una de las principales ramas generadoras de riqueza en O Morrazo. Y es que la toxina hizo su aparición en las rías de Pontevedra y de Aldán, obligando a la Xunta a cerrar todos los polígonos de bateas de ambas áreas. Además, desde los productores con sus puertos base en A Mosqueira y en Domaio -en el municipio de Moaña- explicaban ayer el temor a que esta situación se propagase también a la ría de Vigo, obligando a parar en seco la exportación de bivalvo al extranjero, que empezó hace apenas dos semanas y que permite una actividad en A Mosqueira a un ritmo de entre 40.000 y 80.000 kilos de mejillón que cada mañana parte en camiones de gran tamaño -20.000 kilos de capacidad cada uno- con destino principalmente al sur de Italia.

Los resultados de los análisis que efectuaron los biólogos del Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño de Galicia (Intecmar) detectaron tanto incrementos de toxinas lipofílicas como de la toxina amnésica de los moluscos conocida por sus siglas en inglés ASP.

Tanto en los informes emitidos por el Intecmar a primera hora de la mañana como en el publicado a las 15.21 horas, se decreta el cierre de los dos polígonos de bateas de la ría de Aldán, denominados Cangas A y Cangas B. En el muelle de esta parroquia canguesa los bateeiros trabajaban con normalidad desde el pasado 4 de agosto. Ahora deberán tener paciencia y esperar a que remita la toxina.

En el caso de los sectores de viveros ubicados frente a las costas de Bueu, conocidos como Bueu B, Bueu A2 y Bueu A1, también fueron todos ellos cerrados durante la mañana de ayer, afectando directamente a los productores buenenses y siguiendo la estela de lo ocurrido con el resto de sectores de la ría de Pontevedra.

En la ría de Vigo, pese a que se efectuaron análisis recientes, de momento se mantienen todos los polígonos abiertos. En lo que afecta directamente a los productores de Moaña, los viveros situados frente a Domaio y Meira están abiertos desde el 31 de septiembre. En aquellos ubicados frente a Cangas y Liméns la toxina desapareció antes incluso, permitiendo la extracción de bivalvo desde el 21 de julio.

Hay que recordar que la exportación de mejillón a Italia pasa por ser la campaña más intensa en cuanto a ventas de los bateeiros moañeses y se prolonga hasta comienzos del próximo año. En este ejercicio el inicio de las exportaciones se retrasó con respecto a años anteriores, cuando la campaña arrancaba en el mes de septiembre. Ahora está en marcha desde hace unas dos semanas.

La razón del retraso estaba en el agua demasiado caliente que presentaba el mar en Italia, pues al recibir el producto gallego, se cuelga en el mar en el sur del país transalpino antes de su puesta a la venta definitiva.

De hecho, durante varias semanas en septiembre buena parte del trabajo de los mejilloneros moañeses se centró en retirar de las cuerdas de las bateas del producto de mayor tamaño para impedir que se desprendiese y perdiesen parte de la producción. Se colgó en sacos de las plataformas hasta que comenzó la exportación.

La evolución de la toxina esta semana marcará si esta campaña de venta masiva de mejillón sigue adelante con normalidad o si se frena en seco hasta que los biólogos del Intecmar permitan volver a extraer y poner en el mercado este producto.